Conservación y Restauración
http://www.iaph.es/web/canales/conservacion-y-restauracion/catalogo-de-obras-restauradas/contenido/migrada
Denominación:
Crátera de Toya. Peal del Becerro. Jaén.
Datos intervención:
Registro: 17A/96Anualidad: 1997
Bien: Mueble
Tipo: Mat. Arqueológico
Subtipo de intervencion: Crátera ática de figuras rojas
Técn./Soporte: Cerámica a torno con barniz negro de fondo y decoración con figuras rojas.
Propiedad/Demandante: Ministerio de Cultura / Museo Provincial de Jaén.
Término municipal: Poblado de Hornos. Peal del Becerro. Jaén.
Ámbito geográfico: Jaén
Titularidad: Público
Identificación del bien:
Autoría: Anónimo.Encuadre crono cultural: Finales del siglo V y primera mitad del siglo IV a.C.
Zona/Sector: Cámara de la necrópolis de Toya.
Descripción:
La crátera objeto de estudio formó parte del ajuar funerario
hallado en la cámara sepulcral de Toya, descubierta casualmente en 1904.
La pieza es un vaso de figuras rojas, decorado con una línea de hojas
de laurel en su borde y una cenefa de meandros y rectángulos ajedrezados
en la parte inferior. La parte figurada, situada en el cuerpo de la
crátera, contiene dos escenas: una dionisíaca con siete personajes; uno
de ellos es una mujer tocando el aulos o doble flauta. La otra esta
compuesta por tres jóvenes vestidos con himatión, dos mirando hacia la
derecha y el tercero vuelto hacia ellos. Este recipiente, que formaba
parte de la vajilla, era un elemento esencial en el simposio o banquete,
utilizándose para mezclar el vino con el agua. Características
particulares de este tipo de piezas son: proporción, simetría y
articulación. La articulación consistía en delimitar bien cada parte del
objeto. La relación numérica y geométrica de las partes del objeto
entre si, con su conjunto y con el módulo o unidad de medida procuraba
su correcta proporción y simetría.
Otros: Actualmente la pieza se encuentra en el museo porvicnial de Jaén. Existe un artículo en el que se detalla esta intervención: PH 18 (pag. 45)
Estudios realizados:
- Difracción de rayos X. Mediante esta técnica se realiza un análisis cualitativo y semicuantitativo de la composición mineralógica de la pasta.
- Microscopía óptica de luz polarizada. El análisis realizado ha aportado datos sobre la textura de la pasta, los desgrasantes empleados, la porosidad y la capa pictórica.
- Análisis químico. Este análisis igualmente ha aportado datos sobre la cantidad de cloruros que contenía la pieza. Se tomaron tres muestras de diferentes zonas de la pieza, para analizar la pasta cerámica y los tipos de barniz empleados. Los resultados obtenidos han sido los siguientes:
- La cocción de la cerámica ha sido bastante buena dado el alto contenido en Diópsido y feldespato cálcico.
- La matriz de la pasta es de color rojizo-pardo.
- Los desgrasantes que aparecen en cantidad muy elevada, están constituidos esencialmente por cuarzo, de tamaño homogéneo y pequeño, aunque existen algunos de mayor tamaño.
- La porosidad que se puede observar al microscopio es escasa y con poros de tamaño pequeño. Es posible que exista una elevada microporosidad, la cual no se detecta por esta técnica, y es la más peligrosa en los procesos de cristalización de sales en el interior de la pieza Las conclusiones obtenidas han sido:
- La cerámica corresponde a una pasta calcárea rica en filosilicatos y ha tenido una cocción medianamente buena.
- Los desgrasantes al ser tan homogéneos, posiblemente hayan sido intencionadamente añadidos a la pasta para mejorar su calidad
- La temperatura de cocción alcanzada por la pieza esta en el rango de 900-950ºC. Esto, después de los análisis realizados, se explica por la aparición del Diópsido y la presencia de filosilicatos.
- El estado de conservación interno de la pieza no es malo, ya que no se han detectado síntomas de alteración. Dada la alta presencia de cloruros que había en la pieza le hacía sensible a la rotura por los efectos de cristalización y solubilización de las sales con los cambios de humedad.
Diagnóstico:
Estado de conservación:
Partiendo de los datos ofrecidos en el informe preliminar del
Museo de Jaén, cuando la pieza manifestaba presencia de sales solubles
mientras se hallaba expuesta se tomaba la determinación de bajarla al
almacén donde la humedad relativa era mayor y la pieza no manifestaba
esta presencia de fluorescencias. Las sales solubles, al entrar en
contacto con una humedad relativa superior al 50%, se diluyen volviendo a
circular por el interior de la pasta cerámica. Al regresar de nuevo a
la vitrina, las sales disueltas favorecidas por un ambiente más seco,
cristalizaban en superficie reiniciándose el proceso de deterioro. La
pieza se halla fracturada e incompleta debido a un impacto sufrido en la
zona del galbo. Las fracturas son rectas y lisas y los fragmentos en
general son grandes, siendo abundantes los medianos y pequeños, además
de numerosas esquirlas. A pesar de hallarse incompleta los fragmentos
perdidos son escasos, sólo localizados en el área del impacto. La pieza
presentaba además depósitos superficiales en forma de tierras muy finas
adheridas en el interior de la crátera. Tanto el exterior como el
interior del vaso ofrecía una película superficial de suciedad
generalizada. En la crátera no hay presencia de carbonatos que alteren
el estrato superficial. La capa de barniz ha sufrido numerosas pérdidas
debido al uso, extracción y principalmente a la presencia de sales
solubles antes mencionadas, que han hecho saltar la capa pictórica
debido a las variaciones de humedad relativa que ha sufrido la pieza. En
este estrato superficial se aprecia un brillo metálico parecido a las
irisaciones de los vidrios, pero no se halla cuarteado, podría tratarse
de un proceso de desvitrificación en el estrato superficial (barniz). La
composición del barniz negro y la propia temperatura de cocción (fase
reductora), según la técnica empleada habría podido producir una
vitrificación. Las condiciones de exposición de la pieza y las distintas
incidencias ambientales y de contexto, ha favorecido una alteración
irregular en la misma, que queda reflejada en su el aspecto, y que nos
atrevemos a explicar como un proceso degenerativo del estrato
superficial, que en algunas de ellos ha dado lugar a una costra porosa
similar a un depósito.Intervención:
Actuación:
El criterio seleccionado en la intervención ha sido el de
conservación y recuperación de la lectura integral de la pieza, sin
recurrir en ningún momento a la reconstrucción parcial o total. Se ha
empleado una metodología de trabajo que parte de los resultados de los
estudios preliminares realizados: históricos, analíticos,
características técnicas y estado de conservación. Se han aplicado los
tratamientos mínimos y necesarios que requiere la pieza para su
conservación más idónea. Todo el proceso, tanto el de conservación como
el de Intervención, ha sido documentado fotográficamente con distintas
técnicas: Iluminación normal, luz ultravioleta y macrofotografía,
realizando un barrido sistemático. En las fotografías realizadas con luz
ultravioleta se apreciaba claramente el adhesivo en todas las
fracturas, así como algo muy interesante, las improntas de barniz negro
con el que se realizaron los trazos que conformaban las figuras. Estas
líneas han desaparecido por el mal estado de conservación. Se realizaron
test de limpieza, tanto para la eliminación del adhesivo, como de los
depósitos superficiales, que ofrecieron unos resultados adecuados para
lo que se pretendía. Los fragmentos se despegaron con disolvente
(acetona), tratamiento que no afecta ni a la pasta ni al barniz. Sobre
tres fragmentos del borde se realizaron las primeras pruebas de
desalación, que pusieron de manifiesto la presencia de sales solubles en
una proporción muy elevada. Una vez despegada, se contabilizaron 168
fragmentos. Inmediatamente se procedió al tratamiento de eliminación de
sales solubles por inmersión en agua desionizada, el baño se renovaba
cada 24 horas y se tomaba una muestra para analizarla y medirla con un
conductímetro que nos indicara la concentración de iones. Habitualmente
se expresa en S/cm (conductividad especifica), aunque también puede
expresarse a través del concepto de salinidad, que se refiere a la
concentración (m/l ó g/l) hipotética de Cloruro sódico (NaCl) con la
misma conductividad que la muestra. El análisis dio como resultado una
gran concentración de iones cloruro, dando la medida (p.p.m.) fuera de
rango y una alta conductividad. Una vez efectuada esta prueba se optó
por realizar el tratamiento en toda la pieza. El tratamiento de
decloruración se realizó por inmersión y duró 15 días. La primera
muestra de agua se tomó después de cuatro días, dando una concentración
elevadísima de sales solubles 1,61 g/l. El resto de las muestras se tomó
cada 24 horas siendo la concentración de sales mucho menor en cada
baño, hasta llegar a un rango, en comparación con el agua
desmineralizada, aceptable de 26,3 p.p.m. En el penúltimo baño se añadió
un jabón tensioactivo no iónico con biocida (Desogen), para completar
la limpieza de la pieza. También en este caso se realizó el test de
salinidad y de conductividad, para comprobar si era apropiado añadir
este producto al baño, obteniendo un resultado positivo pues los valores
eran muy bajos (p.p.m: 21,1 y 40 ?S/cm). El proceso de secado se
realizó al aire libre para que la crátera evaporase lentamente el agua
absorbida. La unión de fragmentos, se realizó mediante adhesivo
nitrocelulósico. Como fase final se aplicó una capa protectora con cera
microcristalina. En la aplicación de los diferentes tratamientos los
materiales empleados permiten la reversibilidad de la actuación, en caso
necesario.