miércoles, 30 de marzo de 2011

La Puebla de don Fadrique inauguró su Museo Etnográfico-Arqueológico

La Puebla de don Fadrique inauguró su Museo Etnográfico-Arqueológico y el Pabellón Deportivo. No acompañó el tiempo en la Puebla de don Fadrique el pasado jueves 24, cuando por la mañana tenían lugar dos actos importantes para este municipio que, para no variar en la pauta a que la compañía eléctrica les tiene acostumbrados, se celebraron entre sucesivos cortes de luz.

En todo caso, los poblatos cuentan ya con dos dos nuevas instalaciones, que han supuesto una fuerte inversión económica en el municipio del norte granadino, por parte de varias administraciones, y que son el Museo Etnográfico-Arqueológico y del Pabellón Municipal de Deportes.
Un momento de la inauguración del nuevo Museo poblato

El Museo Etnográfico-Arqueológico está situado en la segunda planta del edificio del Antiguo Ayuntamiento, en la Plaza de la Iglesia, en unas dependencias que han sido reformadas recientemente para acoger esta instalación, mientras que el Pabellón Municipal de Deportes, se haya situado en el complejo polideportivo de esta localidad.Estas dos infraestructuras suponen para el municipio una importante inversión en cultura y en deporte que a buen seguro servirán para atraer aún mas al turismo rural, que ya cuenta con un gran atractivo en esta localidad, gracias a su gastronomía, alojamientos, la sierra, las fiestas culturales y el patrimonio cultural.

El museo ha sido un proyecto ambicioso en el cual se da a conocer la historia de Puebla de don Fadrique junto con antiguos oficios y costumbres más arraigadas. Consta de tres salas o secciones, de las que una está dedicada a la festividad de las ánimas, otra centrada en temas de etnografía local y una tercera sala dedicada a la arqueología. Su horario de visitas se ha fijado, provisionalmente, de 18,00 a 20,00 horas, los viernes y sábados.

El montaje de esta última sala dedicada a la arqueología local, y bautizada con el nombre del investigador pionero de la Arqueología poblata d. Jesús Fernández Palmeiro, ha sido subvencionada por la Diputación de Granada, mediante el proyecto ECEMED y fondos FEDER, y su diseño y montaje ha corrido a cargo de la Asociación de Estudios de Arqueología Bastetana.

El alcalde de La Puebla de don Fadrique, Jesús Amurrio Sánchez, que estuvo acompañado por el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, Pedro Benzal, explicó la financiación de ambas obras y las administraciones participantes, así como agradeció el fantástico trabajo realizado por arqueólogos y museólogos que durante varios meses han trabajado muy duro. También el trabajo que han realizado los demás operarios, de los que sin su actuación no hubiera sido posible acabar esta obra. Agradeció también la presencia de los ciudadanos en este día, y el apoyo de las administraciones al Ayuntamiento.


http://www.webdebaza.com/noticias/2011/marzo_11/27.html

GRAFITOS Y MARCAS DE ALFARERO DE PUEBLA DE D. FADRIQUE (GRANADA) JESÚS FERNÁNDEZ PALMEIRO* DANIEL SERRANO VÁREZ**

http://revistas.um.es/ayc/article/view/49611/47481
GRAFITOS Y MARCAS DE ALFARERO
DE PUEBLA DE D. FADRIQUE (GRANADA)
JESÚS FERNÁNDEZ PALMEIRO*
DANIEL SERRANO VÁREZ**
RESUMEN
Hacemos un estudio de sellos de alfarero y grafi tos sobre cerámicas y pondus procedentes
de distintos yacimientos de Puebla de D. Fadrique (Granada). Ante la importancia de algunos
de los asentamientos romanos del municipio, nos planteamos la posibilidad de su identifi cación
con alguna de las ciudades romanas que citan las fuentes clásicas para la zona, que aún no han
sido localizadas.
ABSTRACT
A study is carried out about potter stamps and graphite upon pottery and pondus of the
Roman times found at different sites of Puebla de D. Fadrique in Granada.
Taking sito accaint the importance of many of the local Roman sites, we suggest that they
could be identifi ed with any of the Roman cities quoted in the classic sources on the area, which
are not been located yet.
Con este trabajo queremos sumarnos al homenaje al Dr. D. Antonino González Blanco,
agradeciéndole su ánimo, colaboración, apoyo y magisterio en nuestras investigaciones.
* C/ Mayor 74, 3º, Alcantarilla (30820).
** C/ Cartagena 29, bajo A, Alcantarilla (30820).
Espacio y tiempo en la percepción de la Antigüedad Tardía
Antig. crist. (Murcia) XXIII, 2006, págs. 323-385
324
En este artículo hacemos un estudio de los grafi tos y marcas de alfarero sobre cerámica
recogidos, en prospecciones superfi ciales, en distintos puntos del término municipal de
Puebla. El conocimiento de los sellos en sigillatas, proporciona una valiosa información
sobre las relaciones comerciales de esta zona de los altiplanos granadinos con los centros
de producción itálicos, sudgálicos e hispánicos. Esto aportaría nuevos datos que reforzarían
la idea de la importancia de Puebla, ya expuesta en muchos de nuestros trabajos y en otras
investigaciones1. También la gran cantidad de grafi tos latinos y la perfección en la ejecución
de sus trazos parecen indicar un dominio de la escritura, que manifestaría la intensidad de la
romanización en Puebla.
Los yacimientos de los que proceden los materiales los hemos situado sobre el mapa de la
fi gura 1, asignándoles un número. De cada uno de ellos haremos una pequeña descripción de
sus características.
MOLATA DE CASAS VIEJAS (Nº 1)
Es un extenso poblado que se ubicó en la cima de un cerro alargado y amesetado con
importantes defensas naturales al norte y al oeste. También se ocuparon los bancales que hay
al pie de sus laderas este y sureste, donde se encuentra la fuente que serviría de suministro al
asentamiento.
Se han encontrado vestigios de la Edad del Bronce, ibéricos, romanos y medievales. En
la cumbre hay material romano de época republicana (cerámicas campanienses y ánforas
grecoitálicas), mientras que en las zonas bajas van desde los inicios del imperio hasta la fase
tardorromana.
1 FERNÁNDEZ, J. y SERRANO, D., «Fragmentos de tégulas, ímbrices y ladrillos con restos epigráfi cos
procedentes de Bugéjar», Antigüedad y Cristianismo X, 1993, 625-652; «Un importante yacimiento ibero-romano
en la cortijada de El Duque», Verdolay 5, 1993, 89-107; «Villa romana de Puebla de don Fadrique», Antigüedad y
Cristianismo XI, 1994, 315-325; «Un conjunto de villas romanas del Campo de Puebla de don Fadrique (Granada)»,
Antigüedad y Cristianismo XV, 1998, 541-575; «Togado tardorrepublicano procedente de la cortijada de El Duque
(Puebla de don Fadrique, Granada)», Antigüedad y Cristianismo XVII, 2000, 277-290; «Materiales tardorromanos con
epigrafía y simbología cristiana procedentes de Bugéjar (Puebla de don Fadrique, Granada)», Antigüedad y Cristianismo
XIX, 2002, 345-374; «El yacimiento de Casa Moya (Puebla de D. Fadrique, Granada)», Antigüedad y Cristianismo
XX, 2003, 475-537; ADROHER, A. Mª., LÓPEZ, A., LÓPEZ, R., MORALES, E., FERNÁNDEZ, J. y SERRANO,
D., «Poblamiento y explotación del territorio en las intrabéticas septentrionales. Campaña de prospección de 1995 en
Puebla de don Fadrique, Granada», Anuario Arqueológico de Andalucía 1995 II, 1999, 47-54; ADROHER, A. Mª.,
LÓPEZ, A., SALVADOR, J. A., CABALLERO, A. y BRAVO, F. J., «Impacto romano sobre la ocupación del territorio
del Campo de Bugéjar (Puebla de don Fadrique, Granada)», Cudas 1, 2000, 159-185; ADROHER, A. Mª., LÓPEZ,
A., BRAO, F. J., CABALLERO, A., FERNÁNDEZ, J., SALVADOR, J. A. y SERRANO, D., «Campaña de prospección
arqueológica superfi cial en los llanos de Bugéjar (Puebla de don Fadrique, Granada)», Anuario Arqueológico de
Andalucía 1997 II, 2001, 86-97; ADROHER, A. Mª., LÓPEZ, A., CABALLERO, A., SALVADOR, S. A., BRAVO, A.
D., BRAO, F. J., FERNÁNDEZ, J. y SERRANO, D., «Campaña de prospección arqueológica superfi cial al norte de
Almaciles», Anuario Arqueológico de Andalucía 2000 II, 2003, 24-32; LÓPEZ, A., ADROHER, A. Mª, SALVADOR,
J. A., CABALLERO, A., BRAVO, A. D., BRAO, F. J., FERNÁNDEZ, J. y SERRANO, D., «Campaña de prospección
arqueológica superfi cial en los llanos de La Puebla, zona de Toscana Vieja (Puebla de don Fadrique, Granada)», Anuario
Arqueológico de Andalucía 2000 II, 2003, 33-39.
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FIGURA 1. Situación de los yacimientos de los que proceden los materiales.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica
— Fragmento de base con restos de la marca del alfarero, en cartela rectangular estrechada
en las esquinas, en la que sólo se ve el comienzo OF. En el anillo de la base lleva grafi teada
una «L» (fi g. 2, nº 3).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior lleva grafi teada una «X» y una «R» (fi g.
2, nº 1).
— Fragmento de base que en su superfi cie interior aparece grafi teado un motivo en espiga
(fi g. 2, nº 2).
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FIGURA 2. Molata de Casas Viejas: 1 a 3: Almaciles 4 a 7.
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FIGURA 3. Almaciles: 1; Pedrarias: 2 a 8.
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CORTIJO DE LA MERCED (Nº 2)
Es un asentamiento de mediana extensión. Ocupa la parte baja de una ladera montañosa y las
tierras contiguas, dedicadas al cultivo de almendros y cereales de secano. Cerca del yacimiento,
junto al camino a Cañada de la Cruz (Moratalla, Murcia), hay una pequeña fuente.
Se han recogido materiales de época ibérica y de todo el periodo romano.
MATERIALES
Terra sigillata itálica.
— Cartela con la marca, in planta pedis, del alfarero CRESTVS, de Pisa / Lyon, que trabajó
del 10 a. C. al 30 d. C.2 (fi g. 4. nº 4)
Terra sigillata sudgálica.
— Cartela oblonga con tres trazos verticales, seguidos de uno en forma de «V» o de «A»,
según la posición en que se lea. Es semejante a uno de los recogidos por Hermet como «Nébuleuses
irréductibles»3 (Fig. 4, nº 2).
— Fragmento de base con restos de cartela, rectangular con bordes curvados, del alfarero
L. TERTIVS SECVNDVS, de Montans, que trabajó entre Flavio y Trajano4 (fi g. 4, nº 3).
— Marca de alfarero en cartela rectangular con bordes curvados, que creemos corresponde a
SECVNDVS, aunque también podría pertenecer a IVCUNDVS. Los dos de La Graufesenque, el
primero de época Claudio a Vespasiano y el segundo de Claudio a Flavio. Oswald cita también
el alfarero NICVNDVS, sin hacer referencia al lugar de producción5 (fi g. 4, nº 6).
— Fragmento de base con una «P» y una «C» grafi teadas (fi g. 4, nº 5).
Terra sigillata hispánica.
— Marca de alfarero, en cartela rectangular de bordes redondeados, que no hemos podido
identifi car dada la defectuosa impresión. Tan solo se lee el comienzo del sello OF, seguido de
una «C» y otras letras entre las que parece identifi carse una «S» (fi g. 4, nº 7).
— Fragmento de borde con dos líneas grafi teadas (fi g. 4, nº 1).
CASA MOYA (nº 3)
Ocupa unos bancales dedicados al cultivo de almendros, situados en la parte baja de una
ladera de los montes del Rastrillo de La Jordana, junto al camino a Burruezo y al barranco de
Casa Moya. Cerca se encuentra la fuente de la Jordana, que serviría de suministro a las poblaciones
que se asentaron en el yacimiento.
En otra zona, junto a los actuales cortijos, hay una balsa. Su lado este se construyó con
grandes bloques de arenisca escuadrados, formando una especie de presa que pudo tener un
origen romano.
2 OXÉ, A., COMFORT, H., Corpus vasorum arretinorum, second edition, Bonn, 2000, 204, nº 698.
3 HERMET, F., La Graufenque, Marseille, 1979, lám. 113, nº 3.
4 OSWALD, F., Index of potters stamps on terra sigillata «Samian Ware», Margidunum, 1931, 290.
5 HERMET, F., op. cit., 205, nº 155, lám. 112 (para SECVNDVS); 203, nº 68, lám. 111 (para IVCVNDVS);
Oswald, F., op. cit., 119 (para NICVNDVS).
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FIGURA 4. Cortijo de la Merced: 1 a 7: Casa Moya: 8 y 9.
330
Hay vestigios de época eneolítica, ibérica, romana (en todas sus fases) y medieval.
MATERIALES
Terra sigillata itálica.
— Fragmento de base con la marca, in planta pedis, del alfarero CN. ATEIVS EVHODVS,
de Pisa, de cronología 5 a.C. a 40 d.C.6 (fi g. 5, nº 3).
— Fragmento de base con parte de cartela rectangular en la que se lee una «H» y que
correspondería a HERTORIVS, de Arezzo, de cronología aproximada del 30 a. C. al 10 d. C.7
(fi g. 33, nº 6).
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base con la marca, en cartela rectagular con bordes redondeados, de alfarero
VINIVS o VINNIVS, del sur de La Galia, de época Flavia8. En la parte externa de la base lleva
grafi teado un motivo espigado (fi g. 5, nº 1).
— Fragmento de base con marca de alfarero que corresponde a MURRANVS, de La Graufesenque,
del periodo Claudio - Vespasiano9. En la superfi cie exterior de la base lleva grafi teados
un signo que podría ser una «I» y otros en los que leemos QINA o DINA (fi g. 5, nº 2).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular con bordes redondeados, que creemos
corresponde a L. TERTIVS SECVNDVS, de Montans, de cronología Flavio a Trajano10 (fi g. 5,
nº 7).
— Fragmento de base, con cartela rectangular de bordes redondeados, en la que aparece la
marca del alfarero BASSVS, de La Graufesenque, de época Tiberio a Vespasiano11 (fi g. 5,
nº 9).
— Fragmento de base en el que se conserva el fi nal de una cartela, rectangular con bordes
redondeados, en la que se lee IEV (fi g. 6, nº 2).
— Fragmento de base con restos de cartela que podía corresponder a CN. AEVS SENO,
del sur de la Galia, que estuvo activo de Claudio a Vespasiano12 (fi g. 6, nº 3).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular del alfarero AQUITANVS, de la
Graufesenque, de época Tiberio – Nerón13 (fi g. 6, nº 4).
— Fragmento de base, con cartela rectangular de bordes curvados, en la que tan solo se
distinguen una «O» y lo que podían ser restos de una «F» (fi g. 7, nº 5).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular con bordes redondeados. Si la terminación
fuese «VI», podía corresponder a varios alfareros. Si fuese el comienzo por «IN»,
pertenecería a INGENVVS, de La Graufesenque, del periodo Tiberio – Nerón14 (fi g. 8, nº 9).
6 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 218, nº 787-32.
7 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 245, nº 932.
8 OSWALD, F., op. cit., 337.
9 OSWALD, F., op. cit., 213.
10 OSWALD, F., op. cit., 290.
11 HERMET, F., op. cit., 201, nº 16, lám. 110.
12 OSWALD, F., op. cit., 293.
13 HERMET, F., op. cit., 201, nº 11, lám. 110.
14 HERMET, F., op. cit., 203, nº 67, lám. 111.
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FIGURA 5. Casa Moya.
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— Fragmento de base con restos de cartela rectangular de bordes redondeados. Lleva signos
casi ilegibles, que podían ser dos trazos verticales (fi g. 6, nº 8).
— Fragmento de una Drag. 27. Lleva un grafi to que bien podía ser una línea en zig-zag o
una «M» y una «A» enlazadas (fi g. 4, nº 8).
— Un fragmento de pared que en su superfi cie interna lleva lo que creemos es el grafi to de
una «A» (fi g. 7, nº 4).
— Fragmento con una «X» grafi teada (fi g. 8, nº 1).
— Fragmento con motivo espigado (fi g. 8, nº 5).
Terra sigillata hispánica
— Fragmento de base con restos de cartela en la que sólo se aprecia una «F» (fi g. 5, nº 4).
— Fragmento de base con sello ilegible (fi g. 5, nº 5).
— Posible cartela rectangular doble. En la parte superior no se ve ningún signo y en la
inferior sólo el último, que es una «M». Sellos con la terminación en «M» encontramos en las
marcas de alfarero del taller de Andújar15 (fi g. 5, nº 6).
— Base con cartela rectangular de bordes redondeados en la que aparecen signos bien marcados,
que no hemos podido identifi car con un alfarero determinado; tiene la particularidad de
que se puede leer igual en las dos posiciones. A la derecha, algo más abajo de la cartela, lleva
un signo impreso, similar a una «I», que creemos fue hecho adrede y al mismo tiempo que el
sello, ya que está barnizado (fi g. 5, nº 8).
— Fragmento de Drag. 27 en el que la rotura impide la lectura del sello. Lleva cartela rectangular
con bordes redondeados (fi g. 6, nº 1).
— Fragmento de base con restos de cartela en la que hay un signo inidentifi cable (fi g. 6, nº 5).
— Fragmento de Drag. 27 con un sello de alfarero en cartela rectangular. Los dos primeros
signos son «OF», otro es una «E» o «F» y el último «O», «C» o «S» (fi g. 7, nº 1).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular en la que sólo se aprecia una «T».
En la parte izquierda aparece un trazo inclinado oblicuo que se une a la parte inferior de la «T»
(fi g. 8, nº 10).
— Fragmento de una Drag. 27 con tres signos grafi teados. El primero podía corresponder
a una «D» o una «O»; el segundo es una «T» o una «X» (con los dos trazos muy desiguales);
el tercero, incompleto por la rotura, va unido al trazo largo del signo anterior (fi g. 6, nº 6).
— Dos fragmentos de Drag. 27. Uno de ellos lleva un grafito que podía ser una «A»
(fig. 6, nº 7) y el otro un signo inidentifi cable (fi g. 7, nº 3).
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior lleva signos. Los interpretamos como
«CP» (fi g. 7, nº 2).
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior lleva cuatro trazos verticales en forma
de «I», seguidos de una «S», otra «I» y un trazo vertical incompleto (fi g. 7, nº 6).
— Fragmento de base en cuyo interior aparece un grafi to en el que se puede leer claramente
el comienzo ORC, seguido de lo que sería una «A» o «N», que podían ir incluso enlazadas.
Finalmente se aprecian los restos de un trazo vertical (fi g. 7, nº 7).
15 ROCA, M., «El control de producción de Terra Sigillata Hispánica de Andújar», Boletín del Museo Arqueológico
Nacional, 1983, 159-164; MAYET, F., Les cerámiques sigillees hispaniques, París, 1984.
333
FIGURA 6. Casa Moya.
334
FIGURA 7. Casa Moya.
335
FIGURA 8. Casa Moya.
336
— Fragmento de una Drag.18. A la izquierda hay un signo que no identifi camos y a la
derecha aparecen dos ligados incompletos de los que sólo reconocemos el primero, que es una
«A» (fi g. 7, nº 8).
— Fragmento de pared que en su parte interior presenta un grafi to con varias letras. Los
primeros trazos podían ser una «M» o una «N» que fuesen enlazadas con una «A». A continuación
apàrece PIIS ( ) R (fi g. 8, nº 2).
— Fragmento de pared que en su superfi cie interior lleva varios signos que podían ser un
numeral. En un sentido podía interpretarse como CIIIII y en otro como IIIID. Si los dos primeros
trazos verticales fuesen de una H y los otros dos una «E» podía leerse HED (fi g. 8, nº 3).
— Fragmento de Drag. 15/17 que lleva unos trazos grafi teados que interpretamos como una
marca de propiedad (fi g. 8, nº 4).
— Dos fragmentos que llevan grafi teados lo que creemos sería una A. Uno de ellos es de
base (fi g. 8, nº 6) y el otro de pared (fi g. 4, nº 9).
— Fragmento de pared que en su superfi cie interior presenta un grafi to en el que se ve, de
abajo a arriba, un signo incompleto inclinado, que podía pertenecer a una «A», «M» o «N»; a
continuación una «P» o una «F», una «A», una «X», otra «A» y dos trazos de difícil interpretación
que podrían ser «IS» (fi g. 8, nº 7).
— Fragmento que lleva grafi teadas dos líneas que se cruzan (fi g. 8, nº 8).
— Fragmento de Drag. 18 que lleva grafi teados tres signos que interpretamos como «IAT»
(fi g. 33, nº 7).
ALMACILES (nº 4)
El asentamiento está en la parte alta de la ladera en la que se ubica la población actual, junto
a una antigua era, en el lugar conocido como Escuelas Viejas.
La parte del yacimiento que se aprecia es de poca extensión (un pequeño bancal de almendros),
aunque cabe la posibilidad de que continuase bajo las casas modernas.
Hay materiales eneolíticos, ibéricos y romanos (altoimperiales).
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de marca, in planta pedis, en la que aparece el fi nal. Se aprecia un signo incompleto
que podía ser parte de una «A», «M» o «N» y otro que sería una «A» (fi g. 2, nº 4).
— Marca, en cartela rectangular de bordes redondeados, del alfarero VITALIS, de La Graufesenque,
del periodo Claudio – Domiciano16 (fi g. 2, nº 5).
— Sello, en cartela rectangular con bordes redondeados, que corresponde al alfarero SVLPICIVS,
de La Graufesenque, del periodo Vespasiano a Trajano17 (fi g. 2, nº 7).
— Marca completa, en cartela rectangular con bordes redondeados, que posiblemente presente
doble impresión. Se aprecia una «X» y dos trazos verticales, que se repiten de nuevo a
continuación. Puede ser una marca de las denominadas «Nébuleuses irréductibles» de Hermet.
16 HERMET, F., op. cit., 206, nº 179, lám. 113.
17 HERMET, F., op. cit., 206, nº 164, lám. 113.
337
También hemos encontrado marcas hispánicas que nos recuerdan este sello, ya que aparecen
dos líneas verticales seguidas de una «X»18 (fi g. 3, nº 1).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de pared de la forma Drag. 24/25 que lleva grafi teada una «E» (fi g. 2, nº 6).
PEDRARIAS (nº 5)
Es un yacimiento de considerable extensión. Se encuentra en una zona llana, junto a las
primeras formaciones de la Sierra de la Zarza y muy cerca del límite con Murcia.
Al pie de un cerro, situado al sur de los actuales cortijos, se encuentra una cueva en la que
nace una fuente. Cerrando una depresión que hay en este punto, se construyó una pequeña presa,
que podía ser de época romana, formada con grandes bloques escuadrados de piedra arenisca.
En un terreno de cultivo, próximo a la pequeña huerta de la cortijada y a la balsa donde se
recogen las aguas de la fuente, han aparecido grandes bloques escuadrados de piedra arenisca
con canalillos y cazoletas. Creemos que son de época romana y serían indicios del desarrollo
de algún tipo de actividad industrial.
Se han recogido materiales prehistóricos, ibéricos y romanos (en todas sus fases).
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base con restos de marca de alfarero en cartela rectangular con bordes
redondeados. El primer signo podía ser una «H» y el segundo y tercero, con muchas dudas, una
«X» y una «R». No hemos podido identifi car a qué alfarero correspondería (fi g. 3, nº 2).
— Fragmento de base que conserva el fi nal de una cartela, rectangular con extremos bífi dos,
en la que se lee claramente «INI». Hay varios alfareros que terminan así, pero por la forma
de la cartela y los restos del trazo que conserva junto a la rotura, nos hace inclinarnos porque
corresponda al alfarero SABINVS, de La Graufesenque, del periodo Nerón – Domiciano o a
ALBINVS, también de La Graufesenque, del periodo Tiberio - Vespasiano19. En la parte exterior
de la base hay un grafi to en el que aparece una «S», una «I» y dos trazos rectos incompletos
(fi g. 3, nº 3).
— Esquirla de base que conserva casi completa la marca, en cartela rectangular de bordes
redondeados, del alfarero SILVANVS, de La Graufesenque, de época Claudio – Vespasiano20
(fi g. 3, nº 5).
— Pequeño fragmento de base con dos letras bien marcadas que corresponden a una «R»
y una «V». Dado que no sabemos si sería el comienzo o la parte central, no nos atrevemos a
atribuírselo a un alfarero determinado (fi g. 3, nº 6).
— Fragmento de base en el que se aprecia el comienzo de la cartela «OF» y restos de otras
letras inidentifi cables. En parte de la superfi cie aparecen largas líneas rectas incisas, que cree-
18 HERMET, F., op. cit., lám. 113.
19 HERMET, F., op. cit., 205, nº 145, lám. 112 (para SABINSI) y 201, nº 3, lám. 110 (para ALBINVS).
20 HERMET. F., op. cit., 206, nº 162, lám. 112.
338
mos podían deberse al uso de un instrumento cortante al rozar sobre el barniz, pero no parecen
formar parte de un grafi to (fi g. 3, nº 7).
— Marca de alfarero en la que se aprecian seis líneas verticales. Es semejante a las recogidas
por Hermet como «Nébouleuses irréductibles»21. Junto al sello aparece parte de un grafi to en el
que se identifi can una «H» y una «I», junto a restos de otros trazos verticales (fi g. 3, nº 8).
Barniz rojo pompeyano.
— Fragmento de base de fuente. En el exterior se aprecian tres signos que se realizaron
cuando aún estaba la arcilla tierna. Creemos que el primero sería una «S». A continuación aparece
lo que podía ser una «E» pero que también podríamos interpretar como «L» o «K». El último
creemos sería una «G» (fi g. 3, nº 4). El primer signo nos recuerda a las letras «L» o «N» en
alfabeto fenicio-púnico.
LOMA DE FÉLIX (nº 6)
Se situó en una depresión del terreno cercana al camino que une los cortijos de La Loma de
Félix con los de Las Lomas de Abajo, a unos 600 metros del primero.
La dispersión de los restos indicaría que posiblemente la villa tendría más de un edifi cio.
Su cronología iría de los siglos I a III d. C.
MATERIALES
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base que lleva grafi teadas varias letras leyéndose «COR», seguido de dos
trazos rectos incompletos (fi g. 30, nº 5).
LÓBREGA (nº 7)
El yacimiento, de considerable extensión (posiblemente más de 20 ha.), ocupa la llanura que
va desde los cortijos hasta la carretera de Huéscar.
Junto a las actuales eras, abundan los muros de construcciones romanas. La zona es conocida
como los Villares de Lóbrega, topónimo que estaría relacionado con la existencia de restos
arqueológicos. En otros puntos, más alejados, aparecen montículos que señalan la presencia de
antiguas edifi caciones. Hemos podido ver algún silo y la gente del lugar nos ha indicado que
son muy abundantes.
También en el sitio donde se ubicó la necrópolis ibérica, separado del anterior por la rambla
de La Hoya del Espino, se han encontrado vestigios romanos.
El suministro de agua del yacimiento pudo hacerse con la rambla del Prado que pasa junto
al asentamiento.
Se han recogido materiales prehistóricos, ibéricos, romanos (en todas sus fases) y medievales.
21 HERMET, F., op. cit., lám. 113, nº 5.
339
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Marca, en cartela oblonga, que corresponde al alfarero CABITANVS, del Sur de La Galia,
del periodo Claudio – Nerón22. En la superfi cie externa lleva un grafi to irreconocible en el que
se aprecian dos trazos, uno recto largo al que se une otro corto casi perpendicular (fi g. 9, nº 1).
— Marca, en cartela rectangular con los bordes redondeados, del alfarero PATRICIVS, de
La Graufesenque, que produjo entre Claudio y Vespasiano23 (fi g. 9, nº 2).
— Marca, en cartela rectangular de bordes redondeados, del alfarero MASCLVS, de La
Graufesenque, del periodo Claudio - Vespasiano24 (fi g. 9, nº 3).
— Marca que creemos, con dudas, podía pertenecer al alfarero CELSVS, de
La Graufesenque, de época Claudio - Vespasiano25 (fi g. 9, nº 4).
— Marca, en cartela rectangular con bordes redondeados, del alfarero FRONTINVS, de La
Graufesenque, que estuvo activo de Nerón a Trajano26 (fi g. 9, nº 5).
— Fragmento de pared que lleva grafi teadas las letras «G», «F», «A» y «C», estas dos
últimas ligadas (fi g. 10, nº 1).
Terra sigillata hispánica.
— Marca de alfarero, in tábula ansata, en la que se lee el comienzo de la cartela EX. OF.,
que es propio de las sigillatas hispánicas (fi g. 10, nº 5).
— Fragmento de borde con dos trazos que forman una «X» (fi g. 10, nº 2).
— Fragmento de pared que, en la superfi cie exterior, lleva dos trazos que parecen converger
perpendicularmente y que podrían ser una «L». En la interior lleva otros dos que formarían una
«V» o una «A» (fi g. 10, nº 3).
LOS ÁLAMOS (nº 8)
La villa se ubicó en una zona llana dedicada al cultivo de cereales de secano, próxima al
camino que va de Lóbrega al cortijo de Los Álamos. En las lindes y bancales hay amontonamientos
de piedras de las antiguas construcciones. Su disposición parece indicar que tendría
más de un edifi cio.
Su cronología iría del siglo I al V/VI d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de pared, posiblemente de una Drag. 30. Presenta como decoración una fi gura
femenina entre dos líneas verticales sogueadas. Intradecorativa se lee la marca del alfarero
22 OSWALD, F., op. cit., 51.
23 HERMET, F., op. cit., 205, nº 119, lám. 112.
24 HERMET, F., op. cit., 204, nº 98, lám. 111.
25 HERMET, F., op. cit., 202, nº 32, lám. 110.
26 HERMET, F., op. cit., 203, nº 56, lám. 111.
340
FIGURA 9. Lóbrega.
341
FIGURA 10. Lóbrega: 1 a 3 y 5; Los Álamos: 4 y 6 a 8; Cortijos de la Puente: 9.
342
M. CRESTO, que correspondería a M. CRESTIO, de La Graufesenque, del periodo Claudio
- Vespasiano27 (fi g. 10, 4).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base que, en su parte exterior, lleva grafi teadas varias líneas que convergen
en el centro a modo de radios (fi g. 10, nº 6).
— Fragmento de borde que lleva restos de un grafi to (fi g. 10, nº 7).
— Fragmento de base en la que, en su superfi cie interior, se aprecian varios grafi tos. En el
lado superior izquierdo lleva unos signos que se pueden interpretar como una «X» y dos líneas
verticales, que creemos podía ser un numeral. En la parte superior derecha se ve una «H» seguida
de trazos rectos. Abajo aparecen otros que no hemos podido identifi car. En su superfi cie
exterior hay un grafi to formado por dos líneas que se cruzan (fi g. 10, nº 8).
CERRO DEL TRIGO (nº 9)
Es una fortifi cación romana situada sobre un cerro. Su forma es casi rectangular siendo sus
dimensiones de 157 m. de largo y una anchura variable entre 33 y 38 m. En su lado oeste tiene
un torreón dividido en tres estancias. Al este está lo que sería la puerta principal. En algunos
lugares de su interior se aprecian los muros de diferentes habitáculos. La muralla tiene 1 m. de
grosor y su lado sur se construyó con grandes bloques de piedra caliza.
Se han encontrado materiales de época prehistórica y romana. Estos últimos tendrían una
cronología que va desde el siglo II a. C. a inicios del I d. C.
MATERIALES
Terra sigillata itálica.
— Marca, en cartela rectangular doble, del alfarero PHILOMVSVS SAVFEI, de Arezzo,
que comenzó su producción en el 10 a. C.28. En el exterior de la base aparece un grafi to que
interpretamos como «F» y «L». Ésta última presenta trazos iguales, por lo que podía ser otra
letra como una «V». (fi g. 23, nº 2).
DUQUE (nº 10)
Es un extenso yacimiento que se ubicó en el llano y en las suaves elevaciones que hay junto
a los actuales cortijos.
Los vestigios son muy abundantes en la zona de las eras, situadas al norte de las casas. Aquí,
y en la vaguada que hay más al sur, aparecen numerosos restos de muros, pudiéndose identifi car
la planta completa de habitaciones. El gran tamaño de algunos bloques de piedra arenisca con
huecos para grapas, así como los fragmentos de plaquetas de mármol, podían indicar la presencia
de algún edifi cio suntuario.
27 HERMET, F., op. cit., 202, nº 44, lám. 110.
28 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 283, nº 1818-1.
343
El suministro de agua pudo hacerse por un pozo (situado en la vaguada al sur de los cortijos),
por una pequeña fuente que hay algo más alejada e incluso por medio de la acequia de Bugéjar,
que pasa cerca del límite norte del asentamiento.
Creemos que El Duque y Bugéjar, donde asimismo aparecen restos, pudieron formar parte
de una sola entidad, ya que se encuentran separadas por menos de 2 kms. y en el espacio intermedio
hemos encontrado indicios de casas aisladas.
El de Bugéjar también se situó en una zona llana con suaves elevaciones, junto al nacimiento
de la fuente de la cortijada y de la acequia que forma. En algunos lugares hay vestigios de edifi
caciones. En uno de ellos han aparecido tégulas, ímbrices y plaquetas de época tardorromana
con epigrafía y simbología cristiana.
Tanto en El Duque como en Bugéjar hay materiales prehistóricos, ibéricos, romanos (en
todas sus fases) y medievales.
MATERIALES
Terra sigillata itálica.
— Roseta similar a las utilizadas por alfareros de Puzzoli, que se fecha en el 10 a. C.29. En
la parte exterior de la base conserva restos de un grafi to en el que solo distinguimos una «R»
y una «I» seguida de otros trazos (fi g. 12, nº 5).
— Fragmento de base con cartela rectangular de bordes redondeados, en el que se lee LUX,
que podía corresponder a XANTHVS, de Pisa, que trabajó del V a. C. a 50 d. C.30 (fi g. 14, nº 3).
— Fragmento de base, con cartela rectagular de bordes redondeados, del alfarero NAEVIVS,
de Puzzoli, de cronología del 1 al 20 d. C.31 (fi g. 14, nº 6).
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base con la marca de alfarero SEXTVS & CANVS, de La Graufesenque,
de época Flavia32 (fi g. 11, nº 1).
— Fragmento de una Drag.18 en la que se conserva parte de una cartela rectangular con
extremos bífi dos, con varios signos. Esta marca, que no hemos identifi cado, aparece entre los
sellos de los materiales encontrados en el pecio de Cala Culip (Gerona)33 (fi g. 11, nº 2).
— Fragmento de base con parte de la marca de alfarero, en cartela oblonga, en la que no
hemos podido identifi car ningún signo (fi g. 11, nº 4).
— Varios fragmentos que unen de una vasija de la forma Drag.27. Lleva, en cartela rectangular
con bordes redondeados, la marca del alfarero VENVS, del sur de La Galia, de la primera
centuria34 (fi g. 16, nº 4).
— Fragmento de Drag. 27 con marca de alfarero, en cartela rectangular de bordes redondeados,
que podía corresponder también a VENVS, como el anterior, pero que tiene un gran parecido
29 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 514, nº 2549-9.
30 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 506, nº 2576.
31 OXÉ, A. y COMFORT, H., op. cit., 296, nº 1232-2.
32 HERMET, F., op. cit., 206, nº 161, lám. 112.
33 NIETO, J., JOVER,A., IZQUIERDO, P., PUIG, A. M., ALAMINOS, A., MARTÍN, A., PUJOL, M., PALOU,
H. y COLOMER, S., Excavacions arqueológiques subaquátiques a Cala Culip I, Girona, 1989, 147, nº 18 y 201.
34 OSWALD, F., op. cit., 329.
344
FIGURA 11. Duque.
345
FIGURA 12. Duque.
346
con las encontradas entre los materiales del pecio de Cala Culip (Gerona). Otra posibilidad es si
se leyera en sentido inverso al representado: habría una N, seguida de dos trazos verticales que
podían interpretarse como «E» y otro signo que sería parte de una «A», «N» o «M». Si fuese
esta última letra quizás correspondiera a NEMES, del este de La Galia, del periodo Adriano
– Antonino35 (fi g. 11, nº 5).
— Fragmento de base con la marca del alfarero, en cartela rectangular de bordes redondeados,
L. TERTIVS SECVNDVS, de Montans, que trabajó entre Flavio y Trajano36 (fi g. 11, nº 6).
— Fragmento de base con cartela rectangular rematada en extremos triangulares, del alfarero
L. COSIVS VIRILIS, de La Graufesenque, de época Flavia37 (fi g. 12, nº 1).
— Dos fragmentos de base. Ambos presentan una cartela rectangular de bordes redondeados
con la marca del alfarero SECVNDVS, de La Graufesenque, de época Claudio a Vespasiano38
(fi g. 12, nº 4 y 14, nº 2).
— Cinco fragmentos de base en los que solamente se lee el comienzo de la marca de alfarero
«OF» (fi g. 12, nº 6; 13, nº 3 y 5; 15, nº 4; y 16, nº 3).
— Fragmento de base con restos de cartela en la que se ven dos signos. El primero podía
ser una «I» o una «T» y el segundo una «C» o una «O» (fi g. 13, nº 4).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular de bordes redondeados, muy deteriorada,
en la que se lee «CN. Podía corresponder al alfarero CN. AEVS SENO, del sur de La
Galia, de época Claudio - Vespasiana o a CNAIVS, de Lezoux39 (fi g. 13, nº 6).
— Fragmento de base en la que se aprecian cinco líneas verticales semejante a las clasifi cadas
como «Nébuleuses Irréductibles» de Hermet»40 (fi g. 13, nº 7).
— Fragmento de base con la marca, en cartela rectangular de bordes redondeados, de alfarero
GERMANVS, de La Graufesenque, de Nerón a época Flavia41 (fi g. 14, nº 1).
— Fragmento de base con parte de una cartela en la que se lee claramente el signo «V»,
que podía ir seguido de una «F». Los trazos de los extremos podían pertenecer a una «I» o a
restos de otras letras. No hemos podido identifi car al alfarero (fi g. 14, nº 4).
— Dos fragmentos de base, uno de ellos con cartela rectangular de bordes redondeados,
con la marca del alfarero SABINVS, de La Graufesenque, del periodo Nerón – Domiciano42
(fi g. 14, nº 5 y 15, nº 3).
— Fragmento de base con la marca, en cartela rectangular de bordes redondeados, del alfarero
VITALIS, de La Graufesenque, de época Claudio - Vespasiano43 (fi g. 15, nº 1).
35 NIETO, J., JOVER, A., IZQUIERDO, P., PUIG, A.M.. ALAMINOS, A., MARTÍN, A., PUJOL, M., PALOU,
H. y COLOMER, S., op. cit., 200 (para las marcas de Cala Culip); Oswald, op. cit., 217 (para NEMES) y 329 (para
VENVS).
36 OSWALD, F., op. cit., 290.
37 MONTESINOS, J., Comercialización de terra sigillata en Ilice ( Elche, Comunidad Valenciana. España ),
Valencia, 1998, 141, nº 33.
38 HERMET, F., op. cit., 205, nº 155, lám. 112.
39 OSWALD, F., op. cit., 293 (para C N AEVS SENO) y 81 (para CNAIVS).
40 HERMET, F., op. cit., 113, nº 4 ó 5.
41 HERMET, F., op. cit., 203, nº 64, lám. 111.
42 HERMET, F., op. cit., 205, nº 145, lám. 112.
43 HERMET, F., op. cit., 206, nº 179, lám. 113.
347
FIGURA 13. Duque.
348
FIGURA 14. Duque.
349
FIGURA 15. Duque.
350
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular de bordes redondeados, que corresponde
al alfarero Q. IVL. PRIMVS, de La Graufesenque, del periodo Nerón - Vespasiano44
(fi g. 15, nº 2).
— Fragmento de base con parte de una cartela oblonga que podía corresponder al alfarero
LAVRVS, del sur de La Galia, de época Nerón - Vespasiano. También hemos encontrado una
marca en la que coinciden varios signos, TAVRVS, de Lezoux, del periodo Adriano. Otra posibilidad
es que se lea en sentido inverso al representado y el alfarero con el que más signos
coinciden es IRNVS, también de Lezoux45 (fi g. 15, nº 5).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular de bordes redondeados. Lleva un
signo mal marcado, que podía ser una «F» o una «I» (fi g. 17, nº 2).
— Fragmento de base que conserva el fi nal de una cartela rectangular con varias letras. La
primera, junto a la rotura, podía ser una «R», seguida de una «V» y dos signos que podrían ser
una «S», una «I» o una «C» y fi nalmente la «E» o la «F» (fi g. 17, nº 5).
— Fragmento de base con restos de cartela rectangular de bordes redondeados. Es ilegible
por su defi ciente impresión (fi g. 18, nº 3).
— Fragmento de pared, de una Drag. 27, con restos de un grafi to en su superfi cie interior,
en el que se lee «DO» (fi g. 18, nº 4).
— Fragmento de pared con una «X» (fi g. 12, nº 2).
— Fragmento de pared con varios signos grafiteados en los que parece leerse XARI
(fig. 12, nº 3).
— Fragmento de pared, de una Drag. 27, en la que aparecen tres letras en su interior. En
la posición representada hay un trazo curvo incompleto, a continuación una «A» y una posible
«V» o «X». En sentido contrario sería un trazo inclinado incompleto, una «V» y una posible
«C» (fi g. 16, nº 2).
— Fragmento de pared con las letras «CR» en su exterior (fi g. 16, nº 5).
— Fragmento de una Drag. 27 en el que aparecen grafi teados tres signos en su interior. El
primero, formado por dos líneas que parecen converger, podía corresponder a una «R», una «K»
o una «X», seguiría lo que creemos una «A», en la que el trazo transversal se sustituyó por uno
vertical. Finalmente hay una «I» (fi g. 16, nº 6).
— Fragmento de base que en su parte exterior tiene un grafi to en el que las tres primeras
letras serían TIC e irían seguidas de tres trazos rectos (fi g. 17, nº 1).
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior lleva un grafi to que podía interpretarse
como «MA» o «NA» ligadas (fi g. 17, nº 4).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base con cartela rectangular del alfarero MATERNVS BLANDVS, de
Tritium Magallum46 (fi g. 11, nº 3).
— Fragmento de base que en el exterior lleva una «V» (fi g. 13, nº 1).
— Fragmento de base con marca de propiedad (fi g. 13, nº 2).
— Fragmento de base que en su superfi cie interior lleva grafi teado un motivo espigado o
arborescente (fi g. 17, nº 3).
44 HERMET, F., op. cit., 205, nº 134, lám. 112.
45 OSWALD, F., op. cit., 160 (para LAVRVS), 313 (para TAVRVS) y 144 (para IRNVS).
46 MAYET, F., op. cit., vol. I, 150 y vol. II, 151 y lám. CCXIV, 359.
351
FIGURA 16. Duque.
352
FIGURA 17. Duque.
353
FIGURA 18. Duque.
354
— Fragmento de pared, de una Drag.18. En su superfi cie interior lleva parte de un grafi to
en el que se lee VAII (fi g. 18, nº 1).
— Fragmento de pared que lleva en su superfi cie interior un grafi to en forma de «V»
(fi g. 33, nº 8).
— Fragmento de base que en su superfi cie interior lleva una «H» (fi g. 33, nº 9).
— Fragmento de base, de una Drag.18, con varias líneas que se cruzan formando un motivo
no identifi cado, que sería una marca de propiedad (fi g. 33, nº 10).
— Fragmento de base de una Drag. 18. En su superfi cie interior lleva dos líneas que parecen
converger y que podían formar parte de una «V» o una «R» (fi g. 18, nº 6).
Cerámica común.
— Asa de ánfora púnica con una estampilla circular en su parte superior. Dentro hay un signo
que creemos sería una letra en alfabeto fenicio-púnico, semejante a algunas de las recogidas por
J. Ramón y que podía ser una «B», una «D» o una «R». Junto a ella hay un punto o pequeño
glóbulo47 (fi g. 19).
— Fragmento de pared que en su superfi cie exterior presenta un grafi to en el que se lee
C L MAXI..... (fi g. 16, nº 1).
— Pondus troncopiramidal que en su base superior lleva una marca de propiedad formada
por tres líneas que se cruzan (fi g. 18, nº 2).
— Pondus troncopiramidal que en una de sus caras lleva una «X» (fi g. 18, nº 5).
CERROS DEL CURICA (nº 11)
Los restos aparecen a los pies de los cerros del Curica, en campos de cultivo de cereales de
secano, junto al cruce de caminos que van desde la carretera de Huéscar hacia los cortijos de la
Hoya Cuevas y a los del del Curica. Los amontonamientos de piedras sobre el terreno nos hace
pensar que la villa contó con varios edifi cios.
Se han encontrado fragmentos de piedras de molino, lo que indicaría que las actividades de
molienda serían una de las ocupaciones de sus habitantes.
Su cronología iría del siglo I al V/VI d. C.
MATERIALES
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior está decorado posiblemente con un delfín
entre líneas verticales sogueadas. En su parte interior aparece un grafi to con dos trazos rectos
incompletos seguidos de una «K», una «I» y una «N» (fi g. 20).
— Fragmento de base que en su superfi cie exterior lleva una «P» (fi g. 21, nº 2).
— Pondus troncopiramidal que en una de sus caras lleva dos líneas que se cruzan y que se
hicieron cuando la arcilla aún estaba tierna (fi g. 21, nº 3).
47 RAMÓN, J., Las ángoras fenicio-púnicas del mediterráneo central y occidental, Barcelona, 1995.
355
FIGURA 19. Duque.
356
FIGURA 20. Cerros del Curica.
357
FIGURA 21. Los Boquerones: 1; Cerros del Curica: 2 y 3; Las Listas: 4.
358
CRUCE ENTRE EL CAMINO AL CORTIJO DE LOS PATIÑOS Y LA VEREDA DE
HUÉSCAR (Nº 12)
Los vestigios se localizan a unos 800 m. del cruce de la carretera comarcal que conduce a
María con la vereda de Huéscar, en dirección hacia El Duque. Su extensión es pequeña, por lo
que pudo tener una única edifi cación.
Su cronología abarca los siglos I al IV d. C.
MATERIALES
— Fragmento de base de lucerna que lleva impresa parte de la marca del alfarero. Su lectura
es difícil y podía ser «CIV», «OV» o QVI (fi g. 22, nº 1).
CORTIJOS DE LA PUENTE (nº 13)
Los vestigios de encuentran frente a la fachada de los actuales cortijos, donde aún se aprecian los
restos de un muro, y en la zona próxima a las eras, dedicada al cultivo de cereales de secano.
Los restos indican una cronología que va del siglo I al III d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base con parte de la marca del alfarero, en cartela rectangular de bordes
redondeados, impresa defi cientemente y en la que sólo se aprecia claramente un signo que podía
ser «V» (fi g. 30, nº 3).
— Fragmento de base que en su exterior lleva grafi teados cuatro signos. El primero incompleto,
podía ser una «P»; los dos siguientes «I» y el último una «R» (fi g. 10, nº 9).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base con una «I» y una «N» grafi teadas en su superfi cie exterior (fi g. 28,
nº 5).
BALSA DE LAS CASAS (nº 14)
La mayor abundancia de restos se encuentra junto a una balsa circular que recoge parte del
agua de la acequia de Bugéjar. Los indicios aparecen en distintos puntos de una amplia zona.
Los más alejados están cerca del camino que desde el cortijo del Curica toma dirección hacia
Lóbrega. La villa debió de contar con numerosos edifi cios.
Su cronología va del siglo I al IV d. C.. También aparecen materiales medievales.
MATERIALES
Terra sigillata hispánica.
— Dos fragmentos de base que conservan la marca del alfarero en la que sólo se aprecia el
comienzo EX. O. Este inicio es propio de las marcas hispánicas (fi g. 22, nº 3 y 23, nº 1).
359
FIGURA 22. Cruce de Caminos: Vereda de Huéscar – Cortijo de los Patiños: 1. Balsa de las Casas: 2 a 5.
360
FIGURA 23. Balsa de las Casas: 1; Cerro del Trigo: 2; El Cartabón: 3 y 4.
361
FIGURA 24. Cortijo del Alcatín.
362
— Fragmento de una Drag. 27 con varias líneas que formarían una marca de propiedad
(fi g. 22, nº 4).
— Fragmento de base que, en la superfi cie interior, lleva grafi teadas dos largas líneas que
se cruzan (fi g. 22, nº 5).
Cerámica común.
— Fragmento de dolium que lleva grafi teadas varias letras con trazo fi no, en el que se lee
ITIOCV (fi g. 22, nº 2).
CORTIJO DEL ALCATÍN (nº 15)
El yacimiento se encuentra muy próximo a los actuales cortijos. Los restos aparecen en
distintos puntos, lo que indicaría que la villa contó con varios edifi cios. La zona donde más
abundan es la que está cercana a un pozo y a un transformador, al pie de la ladera montañosa
de los Cerros del Curica, en terrenos de cereales de secano.
Su cronología va del siglo I al V / VI d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base con restos de una cartela rectangular de bordes redondeados. Tan sólo
hemos podido identifi car su comienzo OFI, por lo que no podemos atribuirla a ningún alfarero
(fi g. 24, nº 1).
— Fragmento de base con cartela que pertenece a LABIO, alfarero de La Graufesenque, de
época Claudio – Nerón48 (fi g. 24, nº 2).
— Fragmento de base con cartela rectangular de bordes redondeados, del alfarero FRONTINVS,
de La Graufesenque, del periodo Nerón-Trajano49 (fi g. 24, nº 3).
— Fragmento de base con marca de alfarero en cartela rectangular de bordes redondeados.
En nuestro trabajo de las villas la asignábamos a INGENVVS pero al estudiarla mejor correspondería
a CONATVS, del sur de La Galia, de época Nerón – Vespasiano50 (fi g. 24, nº 4).
— Fragmento de base, en cartela rectangular de bordes redondeados, con la marca de alfarero
mal impresa y en la que parece distinguirse una «OF C» y el fi nal «VI». Creemos con dudas
que podía pertenecer a CALVVS, de La Graufesenque, de época Nerón – Domiciano51 (fi g. 24,
nº 7).
— Fragmento de base con comienzo de cartela que correspondería al alfarero FVSCVS, de
La Graufesenque, del periodo Vespasiano a Trajano52 (fi g. 24, nº 8).
— Fragmento de vaso de la forma Drag. 27. Conserva restos de cartela rectangular con la
marca del alfarero, que no hemos podido identifi car por coincidir con la rotura. A su izquierda
aparecen restos de un grafi to formado por dos líneas que se cruzan (fi g. 25, nº 1).
48 HERMET, F., op. cit., 203, nº 72, lám. 111.
49 HERMET, F., op cit., 203, nº 56, lám. 111.
50 OSWALD, F., op. cit., 87.
51 HERMET, F., op. cit., 202, nº 22, lám. 110.
52 HERMET, F., op. cit., 203, nº 57, lám. 111.
363
FIGURA 25. Cortijo del Alcatín.
364
FIGURA 26. Cortijo del Alcatín.
365
FIGURA 27. Cortijo del Alcatín.
366
— Fragmento de base con la marca, en cartela rectagular de bordes redondeados, del alfarero
PAVLVS, de La Graufesenque, del periodo Claudio-Vespasiano53 (fi g. 26, nº 1).
— Fragmento de base que conserva el comienzo de una cartela rectangular de bordes redondeados,
en la que se lee claramente «OF», seguido de lo que creemos una «A» y una «M»
enlazadas. Correspondería al alfarero AMANDVS, de La Graufesenque, del periodo Tiberio
– Vespasiano54 (fi g. 26, nº 2).
— Fragmento de base en el que se conserva la parte fi nal de una cartela rectangular con
bordes redondeados, en la que, con dudas, creemos aparece «AR». Sólo hemos encontrado un
sello con este terminación que corresponde a SALARIVS. AR, de La Graufesenque, de época
de Nerón55 (fi g. 27, nº 1).
— Fragmento de base que conserva parte de la marca, en cartela oblonga, que corresponde
a IVSTVS, de La Graufesenque, del periodo Flavio56(fi g. 27, nº 5).
— Fragmento de base con cartela rectangular de bordes redondeados, que pertenece al alfarero
ORTVS & PAVLVS, de Lezoux, de época Trajano – Adriano57. En la superfi cie exterior
lleva dos largos trazos perpendiculares que podían corresponder a una « L» (fi g. 28,nº 2).
— Fragmento de base con restos de marca en la que se ve una «F», seguida por un punto
y un trazo curvo que podía pertenecer a una «C» o a una «O»(fi g. 28, nº 3).
— Base de una Ritt.5, con cartela rectangular de bordes redondeados, en la que aparecen tres
signos verticales y una «A» o una «V», según la posición en que se lea. La marca es semejante
a una de las recogidas por Hermet como «Nébuleuses irréductibles»58 (fi g.28, nº 1).
— Fragmento de pared de una Drag. 24/25. Conserva restos de dos trazos, que formarían
parte de un grafi to (fi g. 27, nº 4).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de pared con un grafi to que debía ser una marca de propiedad (fi g. 24, nº 5).
— Fragmento de base con una «A» y una «M» enlazadas (fi g. 24, nº 6).
— Fragmento de vaso decorado con círculos sogueados concéntricos en cuyo interior hay
un motivo irreconocible. En la base aparecen líneas que formarían una marca de propiedad.
Podían ser una «A» y una «X» enlazadas (fi g. 25, nº 2).
— Fragmento de base con una «C» y una «I» (fi g. 25, nº 3).
— Fragmento de base con trazos que debían formar una marca de propiedad (fi g. 27, nº 3).
— Fragmento de pared con una «L» y restos de otros trazos (fi g. 28, nº 4).
Cerámica común
— Pondus troncopiramidal que, en su base superior, lleva incisa lo que creemos es una «M»
(fi g. 27, nº 2).
53 HERMET, F., op. cit., 205, nº 124, lám. 112.
54 HERMET, F., op. cit., 201, nº 8, lám. 110.
55 HERMET, F., op. cit., 201, nº 149, lám. 112.
56 HERMET, F., op. cit., 203, nº 71, lám. 111.
57 OSWALD, F., op. cit., 87.
58 HERMET, F., op. cit., 113, nº 3.
367
LAS LISTAS (nº 16)
La villa se sitúa a unos 250 m. de la intersección de la carretera que va desde la comarcal
330 hasta las Casas de don Juan, con la que pasando próxima al cortijo del Alcatín se dirige
hacia Botardo. Los materiales aparecen en dos puntos próximos. Uno situado junto a la carretera
y el otro a pocos metros del anterior.
Su cronología va del siglo I al IV d. C.
MATERIALES
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base con restos de cartela, rectangular de bordes redondeados, en la que
se lee un signo que podía interpretarse como una «R». También podía ser una «I» y una «S»
muy juntas (fi g. 21, nº 4).
— Fragmento de pared en la que aparece un grafi to formado por dos líneas que convergen
(fi g. 30, nº 4).
EL CARTABÓN (nº 17)
Se encuentra a unos 650 m. de la villa anterior, en la intersección de la Vereda de Huéscar
con la carretera que, pasando próxima al Cortijo del Alcatín, toma dirección a Botardo. Los
materiales aparecen en dos zonas separadas por la carretera. En la orilla de la Vereda de Huéscar
hay una basa de columna.
La cronología va del siglo I a. C. al IV d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de pared, posiblemente de una Drag 37, decorado con un gran círculo dentro
del cual aparecen las fi guras de dos animales poco perfi lados y sin detalles anatómicos. Podían
ser conejos o liebres en actitud de carrera. Alrededor del círculo se ven unos tallos, estando
uno de ellos acabado en una trifoliácea. Debajo de los animales está la marca del alfarero M.
CRESTO, impresa en sentido invertido. Corresponde a M. CRESTIO, de La Graufesenque, del
periodo Claudio – Vespasiano59 (fi g. 23, nº 3).
— Fragmento de base con restos de la marca en la que sólo se aprecia una «I» (fi g. 32, nº 5).
— Fragmento de base, con cartela rectangular de bordes redondeados, en la que se lee IN.......
En caso de ser comienzo del sello podía corresponder a INGENVVS, de La Graufesenque, del
periodo Tiberio – Nerón. Si fuese la terminación NI hay varios alfareros que la tienen60 (fi g. 32,
nº 7).
— Fragmento de base en la que se aprecian restos de una cartela rectangular de bordes
redondeados, con un signo que podía ser una «V» (fi g. 32, nº 8).
59 HERMET, F., op. cit., 202, nº 44, lám. 110.
60 HERMET, F., op. cit., 203, nº 67, lám. 111.
368
FIGURA 28. Cortijo del Alcatín: 1 a 4; Cortijo de La Puente: 5.
369
FIGURA 29. Los Boquerones.
370
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base, de una posible Drag.15/17, con cartela rectangular incompleta, que
lleva una «S» al revés (fi g. 23, nº 4).
— Fragmento con dos grafi tos: el primero incompleto; el segundo es una «N» (fi g. 32,
nº 4).
— Fragmento de borde que lleva grafi teado restos de un signo (fi g. 32, nº 6).
HOYO DEL TESORO (nº 18)
La villa se encuentra en una ligera elevación, a ambos lados de la carretera que va de las
Lomas a Botardo, a unos 6oo m. del cruce con la que une las Casas de don Juan con el cortijo
de La Parra.
Los materiales recogidos van del siglo I y III d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base de una Drag.18. En su superfi cie interior lleva grafi teada la letra «V»
(fi g. 33, nº 5)
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de pared que tiene restos de un grafi to, que posiblemente formaría un motivo
espigado (fi g. 33, nº 4).
LOS BOQUERONES (nº 19)
Los restos aparecen en dos puntos de una suave elevación que desciende hacia el cauce de
una rambla endorreica, que atraviesa el camino que desde el cortijo de Los Boquerones se dirige
hacia el de Las Lomas. La villa está a unos 500 m. del primero.
Los materiales van del siglo I al V / VI d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base, con restos de cartela rectangular de bordes redondeados, en la que
se aprecia un primer signo, que podía ser una «L», una «T», o una «E». El segundo es una
«V». En caso de ser una terminación en «LV» podía pertenecer al alfarero CALVVS, de La
Graufesenque, del periodo Nerón - Domiciano. Si terminase en «TV» podía ser de ROGATVS,
también de La Graufesenque, del periodo Tiberio - Claudio61. En la parte exterior lleva un grafi to
en el que hay varios signos. Creemos podían interpretarse como IAII. Si se leyese en sentido
contrario sería IIVI (fi g. 30, nº 2).
61 HERMET, F., op. cit., 202, nº 22, lám. 110 (para CALVVS) y 205, nº 138, lám. 112 (para ROGATVS).
371
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de base. En su superfi cie exterior se aprecian varios signos en los que leemos
APA, una letra incompleta por rotura y, tras ésta, donde cabría otra, una «I» (fi g. 29, nº 1).
— Fragmento de base con un grafi to parecido a una «k», pero que creemos sería una marca
de propiedad (fi g. 29, nº 2).
— Fragmento de borde que lleva, en su superfi cie interior, grafi teada la letra «A» (fi g. 30,
nº 1).
Cerámica común.
— Fragmento de pared en el que aparecen varios signos grafi teados. El primero, junto a la
rotura, es un trazo inclinado que podía pertenecer a una «A», una «M» o una «X». Los otros
trazos son XIIS (fi g. 29, nº 3).
— Pondus troncopiramidal que presentan signos que se hicieron, en tres de sus caras, cuando
aún estaba la arcilla blanda (fi g. 21, nº 1).
CUEVAS DE PENALVA (nº 20)
Los vestigios aparecen en una pequeña elevación a unos 200 m. al sur de los cortijos actuales,
cerca del cauce de un ramblizo. En la zona hay un amontonamiento de piedras. La villa pudo
contar con una sola edifi cación.
Su cronología iría del siglo I al III d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Marca, en cartela rectangular de bordes redondeados, con el sello, del alfarero COLLO,
de La Graufesenque, de época Claudio - Nerón62 (fi g. 31, 1).
— Fragmento de base, en cartela rectangular de bordes redondeados, con el sello del alfarero
GERMANVS, de La Graufesenque, que estuvo activo en época Flavia63 (fi g. 31, nº 3).
— Fragmento de base con cartela rectangular redondeada que lleva la marca del alfarero
BASSVS & COELIVS, de La Graufesenque, del periodo Claudio – Vespasiano64 (fig. 31,
nº 4).
— Fragmento de sello, en cartela rectangular de bordes redondeados, en el que se lee ITS.
No hay ningún alfarero que comience por estas letras. Hemos pensado que el nombre esté escrito
al revés y que podía corresponder a CRESTI del alfarero CRESTVS o CRESTIO, ya que
su sello aparece impreso de esta manera en varias ocasiones. También podía ser MODESTI de
MODESTVS. Los dos son de La Graufesenque. CRESTIO o CRESTVS es de época Claudio
– Vespasiana y MODESTVS de Claudio a Nerón65. (fi g. 31, nº 5).
— Fragmento de base de una Ritt. 5 que lleva, en cartela rectangular de bordes redondeados,
la marca del alfarero MARDANVS, del este de La Galia, de época Antonina66. (fi g. 31, nº 6).
62 HERMET, F., op. cit., 200, nº 38, lám. 110.
63 HERMET, F., op. cit., 203, nº 64, lám. 111.
64 HERMET, F., op. cit., 201, nº 17, lám. 110.
65 HERMET, F., op. cit., 202, nº 43, lám. 110 (para CRESTVS) y 204, nº 105, lám 112 (para MODESTVS).
66 OSWALD, F., op. cit., 186.
372
FIGURA 30. Los Boquerones: 1 y 2; Cortijos de La Puente: 3; Las Listas: 4 y Loma de Félix 5.
373
FIGURA 31. Cuevas de Penalva.
374
FIGURA 32. Cuevas de Penalva: 1 a 3; El Cartabón: 4 a 8.
375
FIGURA 33. Cortijo de Félix: 1 a 3; Hoyo del Tesoro: 4 y 5; Casa Moya: 6 y 7; Duque: 8 a 10.
376
— Fragmento de una Drag. 27, con cartela rectangular de bordes redondeados, en la que
se lee RVI. Si fuesen las tres únicas letras de la marca, podía corresponder a RVFVS, de La
Graufesenque, de Nerón a Vespasiano67 (fi g. 32, nº 3).
— Fragmento de base en el que se aprecia una marca de alfarero, muy deteriorada e incompleta,
que no hemos podido identifi car. En la parte posterior lleva grafi teadas tres letras NAI y
el comienzo de otra, que podía ser una «A» (fi g. 32, nº 2).
— Fragmento de pared con un grafito que se podía interpretar como «MA» o «NA»
(fig. 32, nº 1).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de pared que en su interior lleva grafi teadas varias letras. Leídas desde la posición
contraria a la representada el primer trazo, incompleto, podía ser una «A», los siguientes
son «T», «I» y el último correspondería a una «A», una «N» o una «M» (fi g. 31, nº 2).
CORTIJO DE FÉLIX (nº 21)
Los vestigios aparecen frente a la fachada principal de las casas, donde hay restos de muros.
Su extensión parece pequeña, por lo que contaría con una única edifi cación.
Su cronología va del siglo I al III d. C.
MATERIALES
Terra sigillata sudgálica.
— Fragmento de base en el que se aprecia, en cartela oblonga, la marca de alfarero mal
impresa. Pese a su difi cultosa lectura creemos que corresponde al alfarero RVSTICVS, de La
Graufesenque, del periodo Claudio – Nerón68 (fi g. 33, nº 2).
— Fragmento de base con restos de una marca de alfarero en la que tan solo se ve una letra
que podía ser una «V». En su superfi cie exterior aparece un grafi to con unas líneas muy fi nas:
una «X» y una «I» (fi g. 33, nº 3).
Terra sigillata hispánica.
— Fragmento de una Drag. 37 que lleva restos de un grafi to. El primer signo podía ser una
«D», acompañada de dos trazos indeterminados (fi g. 33, nº 1).
CONCLUSIONES
Dentro de las marcas de alfarero destaca la abundancia de sudgálicas, con un total de 31
alfareros identifi cados, que corresponden a AMANDVS, AQUITANVS, BASSVS, BASSVS &
COELIVS, CABITANVS, COLLO, CONATVS, L. COSIVS VIRILIS, M. CRESTIO, FRONTINVS,
FVSCVS, GERMANVS, Q. IVL. PRIMVS, IVSTVS, LABIO, MARDANVS, MASCLUS,
MVRRANVS, ORTVS & PAVLVS, PATRICIVS, PAVLVS, RVSTICVS, SABINVS,
67 OSWALD, F., op. cit., 270.
68 HERMET, F., op. cit., 205, nº 143, lám. 112.
377
SECVNDVS, SEXTVS CANVS, SILVANVS, SVLPICIVS, L.TERTIVS SECVNDVS, VENVS,
VINIVS o VINNIVS y VITALIS.
Hay fragmentos que nos hacen dudar a qué alfarero asignarlos, como en el caso de la terminación
CVNDI del Cortijo de la Merced, que puede corresponder a IVCVNDVS, SECVNDVS
o NICVNDVS (fi g. 4, nº 6). Los sellos de Casa Moya o del Duque que comienzan por CN, que
podían ser de CN. AEVS SENO o a CNAIVS (fi g. 6, nº 3 y 13, nº 6). La cartela con ITS, de
Cuevas de Penalva, que creemos estaría escrita al revés y que quizá se pueda atribuir a CRESTVS
o MODESTVS (fi g. 31, nº 5). El de Pedrarias (fi g. 3, nº 3), que cabe la posibilidad de que
perteneciese a SABINVS o ALBINVS. Los dos sellos, uno del Cortijo del Alcatín (fi g. 24, nº
7) y otro de Los Boquerones (fi g. 30, nº 2), que podían ser de CALVVS, aunque en el de Los
Boquerones también indicábamos la probabilidad de que fuese ROGATVS. En este yacimiento
hemos encontrado un fragmento de marca que asignábamos a SALARIVS AR (fi g. 27, nº 1).
En el Duque hay uno en el que hemos indicado que seguramente pertenecería a LAVRVS, pero
que las marcas del alfarero TAVRVS también coinciden con muchos de los signos y que si se
leyera al revés de como se ha representad podía ser de IRNVS (fi g. 15, nº 5). Asimismo de este
yacimiento hay un sello que quizás fuese de NEMES (fi g. 11, nº 5). Finalmente en Lóbrega
podía haber una marca de CELSVS (fi g. 9, nº 4), en el Cartabón otra de INGENVVS (fi g. 32,
nº 7) y en Cuevas de Penalva otra de RVFVS (fi g. 32, nº 3).
Además hay 5 marcas que hemos clasifi cado como las que Hermet denomina «Nébuleuses
irréductibles»
Hemos hallado varios fragmentos con el mismo sello, algunos procedentes de distintos yacimientos,
como es el caso de VITALIS (Almaciles y Duque), L. TERTIVS SECVNDVS (Cortijo
de la Merced, Duque y Casa Moya), GERMANVS (Duque y Cuevas de Penalva), FRONTINVS
(Lóbrega y Cortijo del Alcatín) o la marca intradecorativa del alfarero M. CRESTIO (el Cartabón
y los Álamos). Del Duque proceden dos sellos de SECVNDVS y otros dos de SABINVS. Este
último también podía estar representado en Pedrarias.
Es mucho menor la presencia de marcas itálicas, habiendo podido reconocer CRESTVS,
CN. ATEIVS EVHODVS, HERTORIVS, NAEVIVS y PHILOMVSVS SAVFEI. Este último,
encontrado en el Cerro del Trigo, aporta un interesante dato cronológico, pues indicaría que la
fortifi cación romana que allí se ubicó aún estaría activa en esa fecha.
También hay una estampilla similar a las usadas por los alfareros de Puzzoli, que se encontró
en El Duque.
Con dudas, de este último asentamiento, tenemos un posible sello de XANTHVS (fi g. 14, nº 3).
Tan solo hemos identifi cado un alfarero hispánico, MATERNVS BLANDVS, posiblemente
de los talleres riojanos de Tritium Magallum, encontrado en El Duque. Hay dos fragmentos que
proceden de Balsa de las Casas y otro de Lóbrega en los que aparece EX OF, que es el inicio de
cartela típico de las fi rmas hispánicas. Una esquirla del yacimiento de Casa Moya presenta al fi nal
una letra «M». Marcas hispánicas terminadas en M aparecen en el taller andaluz de Andújar.
Hay 25 fragmentos con sellos que no hemos podido identifi car.
Destaca la abundancia de grafi tos. La gran mayoría aparecen tanto en sigillatas itálicas, como
en sudgálicas e hispánicas. En menor cantidad los hay en cerámica común (uno de ellos en una
fuente de barniz rojo pompeyano) y en pondus.
Un motivo usado en varias ocasiones es el denominado espigado o arborescente, que consideramos
sería una marca que identifi ca la propiedad del vaso (fi g. 2, nº 2; fi g. 5, nº 1; fi g. 8,
nº 5; fi g. 17, nº 3, fi g. 33, nº 4). También esta misma fi nalidad tendrían una serie de líneas, a
378
veces desordenadas, que forman motivos poco claros (fi g. 8, nº 4; fi g. 13, nº 2; fi g. 22, nº 4; fi g.
24, nº 5; fi g. 27, nº 3; y fi g. 33, nº 10).
Los más abundantes son letras capitales. En numerosas ocasiones están muy bien trazadas,
lo que indicaría destreza y dominio de la escritura en quienes hicieron los signos. Pensamos
que muchos indicarían el nombre del propietario. La terminación de algunos grafi tos en «I»,
señalaría propiedad al ir en genitivo y en los fragmentos en los que aparece dos veces seguida
la letra «I» podía interpretarse como «E». También creemos que la «K» de varios fragmentos
equivaldría a la «Q».
Algunos se grabaron con la arcilla tierna como en los pondus (fi g. 21, nº 1 y 3) y en el
fragmento de rojo pompeyano de fi g. 3, nº 4. Este último nos llama la atención, ya que al estar
realizado antes de la cocción pudo ser una marca de identifi cación del alfarero o se hizo por
encargo para una determinada persona, siendo quizás una abreviatura de su nombre. En la mayoría
de los casos la fractura impide saber si la parte conservada sería el principio, el fi nal o
una zona intermedia del nombre. A pesar de no ser especialistas en epigrafía y aún a riesgo de
cometer errores, hemos tratado de identifi car los nombres que aparecen, basándonos en Solín
y Solomies69 y Abascal70.
Por el comienzo SEG del fragmento de fi g.3, nº 4, de Pedrarias, Solín y Salomies citan 13
nombres que empiezan así y tres cognomina: SEGETIVS, SEGULIANVS y SEGULLIANVS.
Abascal cita tres nomina: SEGEIVS, SEGETIVS y SEGIVS y diecisiete cognomina71.
El fragmento de fi g. 3, nº 3, de Pedrarias, en caso de interpretarse como un comienzo por
«SE», Solin y Salomies recogen muchos nombres. Si el tercer trazo fuese una «L» y el cuarto
una «I» podía ser SILICARNIVS, SILICIVS o SILIVS. Si el último fuese una «L» podía ser
SILLENVS, SILLIVS y SILLEENVS. Finalmente, si fuese una «V», SILVCIVS, SILVMBRIVS,
SILVANVS, SILVESTRIVS, SILVINIVS y SILVIVS72.
El grafi to de fi g. 3, nº 8, de Pedrarias, puede tener varias lecturas. En caso de que el tercer
signo fuese parte de una «P», podía corresponder a dos nomina recogidos por Solin y Salomies:
HIPPELLIVS e HIPPIVSE o a un cognomen HIPPIANVS. Abascal señala un nombre HIPNVS
y tres cognomina HIPPODAMAS, HIPPOLYT(VS), (HI)PPOTOE. Si el tercer trazo fuese los
restos de una «T», Solin y Salomies citan el nombre HITARINIVS. Otra posibilidad es que los
dos grafi tos que van después de la «H» fuesen una «E» y el cuarto parte de una «I», entonces
podían corresponder a uno de los seis nomina citados por Solin y Solomies: HEIOIVS, HEIOLEIVS,
HEIVLEIVS, HEIVS o HEIVTIVS. Si el último perteneciera a una «P», podía ser el
nombre HEPENIVS. Si fuese parte de una T podía corresponder a cinco nombres: HETEREIVS,
HETERENVS, HETERIVS, HETO(R)EIVS HETRILIVS73
En el grafi to de fi g. 5, nº 2, de Casa Moya, aparece una letra que puede interpretarse como
una «Q» o una «D». Hemos trabajado sobre varias posibilidades: que se pudiera leer como
QINA o DINA y también, al aparecer un trazo que podía ser una «I», como IQINA o IDINA. En
69 SOLIN, H. y SALOMIES, O., Repertorium nominun gentilium et cognominum latinorum. Heideelsheim,
1988.
70 ABASCAL, J. M., Los nombres personales en las inscripciones latinas de hispánia. Anejos de Antigüedad
y Cristianismo. Murcia, 1994.
71 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 166 y 400; ABASCAL, J. M., op. cit., 213, 501 y 502.
72 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit.,179.
73 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 91 a 94 y 342; ABASCAL. J. M., op. cit., 386 y 387.
379
Solin y Salomies sólo hemos encontrado un nombre que se ajusta a esta posibilidad y es el de
DINAEVS. También hemos pensado en que fuese una terminación en QINA. Solin y Salomies
recogen dos cognomina EQVINA y (A?)EQVINA74.
En el fragmento de fi g.7, nº 7, de Casa Moya, se lee ORC y otros signos. Si el cuarto fuese
una «A» podía corresponder a ORCA, recogido por Solin y Salomies como cognomen75.
En el fragmento de fi g. 8, nº 2, de Casa Moya, los primeros signos podían ser «M» o «N»,
posiblemente ligados a una «A». A continuación hay varios trazos que podían leerse como uno
de los antropónimos citados por Abascal: PESIRA76.
El fragmento de fi g. 8, nº 3, de Casa Moya, es difícil de interpretar. En caso de que los dos
primeros trazos fuesen una «H» y los otros una «E» podía ser un nombre que comenzase por
HED. Solin y Salomies recogen cuatro: HEDINIVS, HEDIVS, HEDVLEIVS, HEDVSIVS.
Abascal recoge tres nombres: HEDISIVS, HEDIVS, y HEDVSIVS y siete cognomina77.
En el fragmento de fi g. 12, nº 3, del Duque, parece leerse XARI. Solin y Salomies no recogen
ningún nombre que empiece por XARI con «X». Si la «X» equivaliera a «S» habría cuatro
nombres: SARIENVS, SARINIVS, SARIOLENVS, SARIO y un cognomen SARINIANVS.
En caso de ser la terminación SAR en genitivo, podía corresponder a dos cognomina CAESAR
y PASSAR78.
En el fragmento de fi g. 16, nº 1, del Duque, aparece lo que creemos es un tria nomina C.
L. MAXI. Solin y Salomies citan siete nombres con MAXI: MAXIMIANVS, MAXIMIENVS,
MAXIMILLIVS, MAXIMINIVS, MAXIMINVS, MAXIMIVS y MAXIMVS. Abascal además
de señalar algunos de los nombres anteriores, añade MAXILLO, MAXIMA, MAXIMILLA y
MAXIMINA79.
En el fragmento del Duque, de fi g. 16, nº 6, si fuese el fi nal de un nombre en genitivo y el
primer signo una R, Solin y Salomies recogen siete nomina con la terminación RA: CAEFRA,
SORA, ACERRA, BLERRA, METRA, VITRA y SECVRA80.
El fragmento del Duque, de fi g. 17, nº 1, parece ser una terminación. Si los tres últimos
trazos rectos se interpretasen, dos de ellos como una «E» y el otro como una «I» (terminación
en genitivo), podía leerse como TICE. Solin y Salomies recogen un cognomen con esta terminación
FORTICE. Abascal cita el cognomen TICES81.
En el fragmento de fi g. 20, de la villa de los Cerros del Curica, y en caso de que los dos
primeros trazos fuesen una «E» podía leerse como EKIN. Solin y Salomies recogen dos nombres
que comienzan con EQUIN, pero con «Q» en vez de «K»: EQUINIVS y EQUINVS82.
En el fragmento de fi g. 22, nº 2, de Balsa de las Casas, se lee ITIOCV. El nombre más
parecido al grafi to lo hemos encontrado en Solin y Salomies y es TIOCCIVS83. Este grafi to
nos recuerda a otro que apareció también sobre dolium en Almuñécar, por la forma en que se
74 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 68 y 436.
75 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 373.
76 ABASCAL, J. M., op. cit., 455.
77 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 71; ABASCAL, J. M., op. cit., 148 y 383.
78 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 162, 397 y 441.
79 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 115; ABASCAL, J. M., op. cit., 421 y 422.
80 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 220.
81 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 473; ABASCAL, J. M:, op. cit., 528.
82 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 74.
83 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 83.
380
realizó y las características de las letras. Se ha interpretado como el nombre del propietario de
un taller de fi glina, donde se hacían estas vasijas84.
En el fragmento de fi g. 29, nº 3, de Los Boquerones, en caso de que los dos trazos verticales
fuesen una «E» podía ser una terminación de nombre en «XES». Ni en Solin y Salomies ni en
Abascal hemos encontrado esta terminación.
En el fragmento de fi g. 29, nº 1 , de Cuevas de Penalva, los primeros signos se leen como
APA. El único nombre recogido por Solin y Salomies con este comienzo es APALENIVS, pero
no parece coincidir con el del grafi to85.
En el fragmento de fi g. 30, nº 5, de Loma de Félix, se lee COR y restos de otros trazos. Si
el cuarto fuese una «I», Solin y Salomies recogen nueve nombres: CORICIVS, CORIDIVS,
CORIENIVS, CORIENVS, CORIFANIVS, CORINTHIVS, CORISIVS, CORITIVS y CORIVS.
Abascal señala los cognomina CORIA, CORIANA, CORICI, CORINTHIA / CORINTHIS /
CORINTHIVS y CORINTHVS / CORINTVS. Si el cuarto signo no fuese «I» cabrían muchas
posibilidades86.
En el fragmento de fi g. 30, nº 2, de Los Boquerones, aparece lo que podía ser una «A»,
«U» o «V» entre trazos verticales. Leído en la posición representada sería una terminación en
«IAE», tomando los dos últimos trazos como «E». No hemos encontrado ningún nombre con
esta terminación. Si se leyese en posición invertida podía ser en comienzo de un nombre por
«EVI». Solin y Salomies cita dos nombres que comienzan así: EVILIVS (¿) y EVIVS87.
En el fragmento de fi g. 31, nº 2, de Cuevas de Penalva, se leen varias letras. En caso de ser
el comienzo de un nombre y el cuarto signo una «A», Solin y Salomies recogen tres nombres:
ATIALIVS, ATIANIVS y ATIARIVS. Si fuese una «N», que parece lo más probable, estos autores
señalan ATINATIA, ATINATIVS, ATINEVS y ATINNIVS. Abascal recoge como nombres
ATIA y ATINIA y como cognomina ATIA, ATIMETIO, ATIMETVS y ATIMOLAIOVS88.
En el fragmento de fi g. 32, nº 2, de Cuevas de Penalva, aparece una terminación. Si la última
«I» indicase el genitivo la terminación sería «ANA». En Solin y Salomies no hay nombres
acabados en «ANA», pero se recogen más de cien cognomina con esta terminación89.
El fragmento de fi g. 8, nº 7, de Casa Moya, presenta varios signos de difícil interpretación.
Los tres primeros, con muchas dudas, podían ser «AFA» o «APA». Que comiencen por «AFA»
Solin y Salomies recogen dos nombres AFARIVS y AFASIVS y por «APA» otro APALENIVS,
pero ninguno de los anteriores coinciden con el resto de los signos90.
En el fragmento de fi g. 10, nº1, de Lóbrega, hay una primera letra que creemos puede ser
una «G», seguida de otras que interpretamos como «FAC» (la «A» y la «C» ligadas). Si fuese
un tria nomina en que la «G» fuese una de las iniciales «FAC», podía ser el comienzo de un
cognomen. Solin y Salomies recogen varios con este comienzo: FACETIANVS, FACETVS,
FACILIS, FACTINIANVS, FACULA, FACULTAS, FACUNDANVS (?), FACVNDINVS y
84 PASTOR, M. y MENDOZA, A., Inscripciones latinas de la provincia de Granada. Granada, 1987, 44, lám.
XXII, nº 1.
85 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 18.
86 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 61; ABASCAL, J. M., op. cit., 335.
87 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 75.
88 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 25; ABASCAL, J. M., op. cit., 86, 87 y 289.
89 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 434 y 435.
90 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 8 y 18.
381
FACVNDVS. Abascal, además de este último cognomen, cita FACCINA, FACILIX, FACILLA,
FACVNDA y FACVNDINA91.
En el fragmento del Duque de fi g. 18, nº 1, tal y como está representado, aparece una terminación
que podía ser «VAE», si se toman los dos trazos verticales últimos como una «E».
También podía interpretarse como «VAI», si el último lo consideramos como una terminación
de genitivo. Ni Solin y Salomies ni Abascal citan nombres con este fi nal. Si se lee en sentido
inverso al representado, podía ser un nombre que comenzase por «EVA». Solin y Salomies
recogen tres nomina: EVADIVS, EVASIVS y EVATIVS y otros tres cognomina: EVASIANA,
EVASIANVS y EVASIVS. Abascal señala el nombre de EVANGELIVS92.
El fragmento de fi g. 10, nº 9, de Cortijos de la Puente, se puede leer como «PER», tomando
los dos trazos verticales como una «E». En caso de ser el comienzo de un nombre Solin
y Salomies y Abascal señalan varios por este inicio. Si fuese la terminación en «PER», Solin
y Salomies citan a SUPER y a ocho cognomina: APER, CAPER, PIPER, ASPER, VESPER,
PAUPER, SVPER y EXSUPER (?)93.
La abundancia de sellos y grafi tos está en relación con la intensa ocupación del territorio de
Puebla en época romana. A los yacimientos que hemos estudiado en este trabajo, hay que añadir
otros muchos en los que no han aparecido marcas de alfarero o grafi tos.
En el poblamiento romano podemos distinguir distintas entidades. Hay yacimientos que por su
tamaño no pueden ser considerados como simples villas pues, teniendo en cuenta la considerable
extensión en la que aparecen los restos, creemos que serían aldeas (vicus) o incluso pequeños
centros urbanos. A este tipo pertenecen yacimientos como Duque – Bugéjar, Lóbrega, Pedrarias
y Molata de Casas Viejas. En todos ellos aparecen vestigios de épocas anteriores, especialmente
del periodo ibérico, llegando hasta época medieval.
Otros, como Casa Moya, Reolid, Cortijo de la Merced, Castellones, etc., que también
presentan una larga ocupación, son de menor entidad, según parecen indicar la dispersión de
materiales sobre el terreno.
A ellos hay que añadir algunos más pequeños y numerosas villas que se distribuyeron por
todo el término municipal, ocupando tanto la parte más montañosa como la zona llana que
constituye el Campo de la Puebla o de Bugéjar.
Esta densidad de ocupación conllevaría una explotación intensiva de los recursos naturales
de Puebla: aprovechamiento forestal y del esparto, ganadería, agricultura, etc. Esta última actividad
pudo tener dos modalidades: la de secano, a la que se dedicarían una gran parte de las
tierras, y la de regadío. Éste sería posible, pues algunos de los grandes yacimientos como el
Duque – Bugéjar, Pedrarias o Lóbrega y otros menores como Casa Moya o Cortijo de Reolid,
están junto a importantes fuentes naturales o cauces de agua. Quizás en relación con el regadío
haya que poner la realización de varias construcciones, como una pequeña presa en Pedrarias
que presenta las características típicas de una obra romana. Está junto a la fuente y se levantó
con grandes bloques de arenisca escuadrados y muy bien encajados. En Casa Moya, junto a los
actuales cortijos, hay una balsa que hasta época reciente almacenaba el agua procedente de un
barranco. Tiene un muro, a modo de presa, similar al que hay en Pedrarias. También en nuestro
estudio sobre las villas del Campo de Puebla, señalábamos la posibilidad de que la actual
91 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 328; ABASCAL, J. M., op. cit., 357.
92 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 75 y 327; ABASCAL, J. M., op. cit., 172.
93 SOLIN, H. y SALOMIES, O., op. cit., 220 y 441.
382
acequia de Bugéjar tuviese un origen romano y que, además de utilizarse para suministrar agua
a las villas que se colocaron junto a ella o en sus proximidades, sirviera para poner en regadío
las tierras en torno a las Casas de don Juan, tal y como ha ocurrido hasta hace pocos años. Por
último, en la rambla de Almaciles, cerca del cruce con el camino que une esta localidad con
Pedrarias, hay restos de una construcción conocida como «Puente de los Moros». Creemos podía
pertenecer a una presa, que en ese punto cerrase el cauce para almacenar el agua. Está fabricada
con piedras cogidas con argamasa y se aprecian unos huecos cilíndricos que pensamos serían los
lugares donde irían incrustados troncos. En sus alrededores no se ven vestigios arqueológicos,
por lo que es difícil precisar si es romana o de periodos posteriores.
Hay además algunos indicios de transformación de productos, como señalan las numerosas
piedras de molino encontradas. Es posible que hubiera extracción de aceite, pues un gran bloque
pétreo de El Duque podía ser una contrapesa de prélum de una almazara. En Pedrarias debió
haber algún tipo de actividad industrial. Cerca de la actual balsa aparecen unos bloques pétreos
escuadrados de arenisca, algunos de gran tamaño, con huecos cuadrangulares y circulares y
canalillos que desembocan en ellos. Aunque no está clara su función, parece que servirían para
recoger algún líquido.
También habría un importante comercio, una de cuyas manifestaciones sería la importación
de sigillatas. Aparecen en gran número de yacimientos de Puebla, lo que señala cierto poder
adquisitivo de la población. Se han encontrado restos de ánforas que indican comercio de aceite,
vino y salazones.
Para estos intercambios comerciales se precisaría una red de caminos que permitiera la salida
y llegada de los productos. En la zona de Puebla destacan dos , ya detallados en nuestros
trabajos. Uno debió ser la Vereda de Huéscar, conocida también como camino de «El Paso», una
antigua cañada real. El otro es el de Huéscar a Pedrarias. Los dos transcurren por el Campo y
serían una de las principales vías de comunicación que conectarían el territorio andaluz de los
altiplanos granadinos con el Levante peninsular.
Para ejercer un control de la zona se construyó una fortifi cación romana en el Cerro del
Trigo.
La importancia económica y del poblamiento de Puebla, nos ha llevado a considerar la
posibilidad de que alguno de los yacimientos tuviera un estatuto municipal y que ejerciera un
papel preponderante sobre los demás. Para este planteamiento nos basamos en:
1º) La extensión de algunos yacimientos, como Lóbrega, Duque-Bugéjar o Pedrarias, nos
hace pensar que no fuesen simples aldeas, sino entidades mayores.
2º) El considerable número de habitantes que habría, ya que a los que pudieran tener los
asentamientos antes mencionados, tendríamos que añadir los de otros de menor tamaño, como
Molata de Casas Viejas, Castellones, Cortijo de la Merced, Casa Moya, Reolid, etc., y las numerosas
villas que aparecen desde el siglo I d.C. El incremento de población en el municipio
se produjo a partir de la Edad del Bronce y se mantuvo en época ibérica, con oppidas como el
Cerro de la Cruz y Molata de Casas Viejas (este último considerado como uno de los poblados
ibéricos de mayor entidad de la provincia de Granada)94, que necesariamente debieron tener un
papel preponderante en el control político, económico, administrativo y militar del territorio.
94 AGUADO, P. y SALVATIERRA, V., «El poblamiento ibérico en las altiplanicies granadinas», Actas I Jornadas
sobre el mundo ibérico, 1987, 235 y s.s.
383
3º) Que la población romana tendría unas necesidades administrativas en lo referente a impuestos,
comercio, ordenación del territorio, obras públicas, mantenimiento de caminos, etc. Si
en época ibérica alguno de los poblados ya mencionados pudo desempeñarlas, es lógico pensar
que también en el periodo romano algún yacimiento pudo ejercer estas funciones.
4º) Que la ciudad más próxima conocida, que pudo haber administrado el territorio de Puebla,
es Tutugi. Está atestiguada por la epigrafía95 y por una fuente tardía, las Leges Visigothorum
(XII, 2, 3) de Sisebuto. Poseía el carácter de civitas romana, con la defi nición de Respublica
Tutugi(ensis).
5º) La amplia cronología que presentan los yacimientos grandes y medianos, que va desde
los primeros siglos de la ocupación romana hasta el periodo tardorromano. Esto indica que la
importancia de Puebla no fue sólo durante un determinado momento, sino que se extendió a lo
largo de toda la romanización.
6º) La organización espacial de los asentamientos sobre el territorio. Se observa que los núcleos
mayores cuentan a su alrededor con otros menores y con villas, que posiblemente tuvieran
como misión prestarles determinados servicios
7º) La existencia de una fortifi cación romana en el Cerro del Trigo. Aunque no conocemos
con seguridad cuál sería la función que desempeñaría (control militar de la zona, asegurar las
comunicaciones, sometimiento de una población rebelde, guerras civiles, bandolerismo, etc.),
hay que suponer que el coste y el trabajo empleado no serían en vano. Esta construcción no
se hubiera realizado en una zona sin población considerable, sin recursos naturales y sin valor
estratégico.
8º) La posible realización en esta época de algunas obras como las pequeñas presas de Casa
Moya, Pedrarias y la de la rambla de Almaciles que, junto a la acequia de Bugéjar, estarían
destinadas al almacenamiento y suministro de agua a los asentamientos.
9º) La aparición en varios yacimientos de importantes restos constructivos. En El Duque,
aparte de fragmentos de estuco pintado, placas de mármol y una basa de columna, se pueden
ver grandes bloques pétreos de arenisca labrados y con huecos para grapas, que nos hace pensar
que pudieron pertenecer a un edifi cio de cierta entidad. En Bugéjar hay bloques escuadrados
de piedra y fragmentos de mármol, en una zona en la que se han encontrado tégulas, ímbrices
y ladrillos con simbología y epigrafía cristiana. En Lóbrega hay un trozo de fuste de columna,
posiblemente de un edifi cio noble. En Molata de Casas Viejas hay indicios de la existencia de
un mosaico96.
10º) La aceptación de modas y costumbres romanas desde el siglo II a.C., como atestigua un
togado encontrado en el Cortijo del Duque, que podía señalar la presencia de algún personaje
relevante que tuviera la ciudadanía romana.
También con el alto grado de romanización se podrían relacionar algunos de los grafi tos
que señalan nombres romanos. Indicarían la utilización del latín al menos desde el siglo I y se
seguiría usando hasta el periodo tardorromano, si tenemos en cuenta la epigrafía y simbología
cristiana de Bugéjar.
Todo esto nos hace pensar en la posibilidad de que en algún momento se hubiera asentado
sobre el territorio un contingente considerable de ciudadanos romanos.
95 GONZÁLEZ, J., «Epigrafía de Tútugi (Galera, provincia de Granada), Mainake II-III,1980-81, 130 y s.s.
96 RAMALLO, S. F., Mosaicos romanos de Carthago Nova (Hispania Citerior), Murcia, 1885, 101.
384
11º) El ser la zona un lugar de paso por el que transcurren los caminos que acortan la comunicación
entre Andalucía y Levante, uniendo las principales vías romanas citadas por las
fuentes.
12º) La existencia de un importante comercio, destinado a suministrar a una población con
cierto poder adquisitivo, que se aprecia ya desde época ibérica con las importaciones de cerámicas
áticas. En el periodo romano se continuaría con las sigillatas aretinas, sudgálicas, hispánicas y
africanas. También llegarían otros productos, entre ellos los salazones, el aceite o el vino, como
atestiguan los restos de ánforas que se han encontrado.
13º) Las buenas condiciones agropecuarias que reúne Puebla, que han sido la base de su
economía hasta época reciente. A esto se podría unir un aprovechamiento forestal en un área
que aún conserva importantes masas de arbolado. También la explotación del esparto, muy
abundante, sería una actividad destacada.
A pesar de estos argumentos falta un dato defi nitivo: la aparición de epigrafía que confi rmase
la existencia de una ciudad o municipio romano.
Hay investigadores que han identifi cado, con mayor o menor seguridad, las ciudades bastetanas
citadas por las fuentes antiguas, principalmente Plinio y Ptolomeo, con algunos asentamientos.
Otras como Bérgula, Carca, Illunum, Arcilacis, Orcelis y Vergilia, se ha considerado que su
ubicación estaría en discusión97.
La primera referencia a la existencia de un municipio romano en la zona de la Puebla la
hemos encontrado en Ceán Bermúdez, que al referirse a Bugéjar (Bugéxar), señala que está a
5 leguas de Caravaca y refi ere:
«Dicen que fue el municipio Burginicium de los bastitanos. Contiene en su recinto piedras
grandes labradas y cimientos de grandes edifi cios, y no hace mucho tiempo se descubrieron en
él cascos y urnas de barro. En un cerro de su término hay ruinas de una antigua fortaleza»98.
También Vergilia ha sido ubicada por algunos eruditos en el Campo de Bugéjar. Fernández
Guerra, que señalaba el nacimiento del Guadalquivir al noreste de la Puebla identifi cándolo con
el río Barbata99 ,considera que una de las ciudades del Pacto de Teodomiro, Bukesaro, que fue
cabeza del distrito de Basti tras ser atacado por Leovigildo en el 570, era la antigua Vergilia. La
sitúa en el Campo de Bugéjar, aludiendo a las importantes ruinas romanas que allí había100.
Posteriormente vuelve a repetir los datos geográfi cos anteriores, añadiendo que la Sagra era
el antiguo Monte Argentario, en cuyas faldas nacía el Betis y el Tader, recogiendo de nuevo
en un cuadro la identifi cación de la Vergilia romana con el condado y valiato de Bukésaro y
ubicándola en Bugéjar101. Al fi nal de sus dos obras incluía un mapa de las Regiones Antiguas
del Sureste de España, en el que situaba Vergilia en Bugéjar.
Gisbert, que estudia los 7 condados que formaban la provincia de Auriola, indicaba que uno
de ellos era el de «Bukésaro, antes Vergilia y hoy Bugéjar en el reemplazo de Basti, Baza»102.
97 GONZÁLEZ, A., «La ciudad romana de Ulea», Verdolay 3, 1951, 59-64.
98 CEÁN, J. S., Sumario de las antigüedades romanas que hay en España, en especial las pertenecientes a las
Bellas Artes, Madrid, 1832, 57.
99 FERNÁNDEZ, A., Discurso de contestación de D. Juan de Dios de la Rada y Delgado en su recepción en
la Academia de la Historia, Madrid, 1875, 141.
100 FERNÁNDEZ, A., op. cit., 156, nota 52.
101 FERNÁNDEZ, A., Deitana y su Cátedra Episcopal de Begastri, Madrid, 1879, 11 y 53.
102 GISBERT, E., Historia de Orihuela, Orihuela, 1901, vol. I, 217.
385
Merino coincide con los anteriores autores, aludiendo también a los abundantes restos de
edifi cios103.
También el Espasa recoge la situación de Vergilia en Bugéjar, al sureste de Puebla de don
Fadrique104.
Esta identifi cación parece que no es correcta, a la luz de los datos más recientes. El hallazgo
de varias lápidas romanas en Albuniel de Cambril, cerca de Huelma (Jaen), en las que se hace
alusión al municipio vergiliense zanjaría la cuestión105.
No sabemos en que se basaría Fernández Guerra para identifi car los vestigios romanos de
Bugéjar con la antigua Vergilia. Quizás lo hiciera por la importancia y abundancia de los restos
del lugar, por las coordenadas indicadas por Ptolomeo o por la etimología, siguiendo la evolución
que pudo presentar el topónimo a lo largo del tiempo.
Lo mismo podemos decir de Ceán Bermúdez, que parecía tener datos arqueológicos correctos,
mencionando incluso la existencia de una fortifi cación. Su alusión a un Municipium Burginicium
de los bastetanos no la hemos encontrado en las fuentes clásicas o en otros autores.
Es posible que algunas de las ciudades bastetanas de las fuentes, especialmente las comprendidas
en el triángulo entre Salaria (Úbeda), Asso (Caravaca) y Acci (Guadix), como son
Bérgula, Arcilasis y Orcelis106, pudieran encontrarse en esta zona.
103 MERINO, A., Geografía histórica del territorio actual de la provincia de Murcia, Madrid, 1915, 33.
104 ESPASA – CALPE, Madrid, edic. 1968, vol. 61, 1508.
105 FITA, F., «Vergilia, ciudad bastetana en Albuniel de Cambil», Boletín de la Real Academia de la Historia
LXV, 1914, 577-581; MUÑOZ, A. Mª., «La familia de los Vergili en la epigrafía de Cartagena», Simposio Virgiliano,
1984, 417-425; GONZÁLEZ, C., «Inscripciones romanas de la provincia de Jaen», Florentia Iliberritana 7, 1996,
369-379; DÍAZ, Mª. C., «La Vergilia romana a través de sus fuentes», Sumuntan 8, 1997, 237-249; TÁBULA IMPERII
ROMANI, Valencia, 2002, 337.
106 MARTÍNEZ, C., y MUÑOZ, F., «Prospecciones arqueológicas de los yacimientos ibéricos y romanos de
la comarca de Los Vélez, fase III. Los altiplanos de Topares (Almería)», Anuario Arqueológico de Andalucía 1987 II,
1990, 167-170; Poblamiento ibérico y romano del sureste peninsular, Granada, 1999.

Un paseo por Arcilacis

Un paseo por Arcilacis

La Puebla de Don Fadrique inaugura su nuevo museo en el que muestra cómo se vivía en la antigua ciudad ibérica
P. T. / Granada | Actualizado 28.03.2011 - 05:00

La Puebla de Don Fadrique ya cuenta con su nuevo museo muncipal, un recorrido por su historia y sus tradiciones a través de tres salas dedicadas a la etnografía, la festividad de la Pascua y una última relacionada con la arqueología con el nombre de Arcilacis, en memoria de la ciudad ibérica que se ubicó en el yacimiento conocido como de Molata de Casa Vieja junto a Almaciles.

En una superficie cercana a los 400 metros cuadrados existe una apuesta museográfica completamente distinta. Desde el punto de vista museológico, el objetivo primordial es interactuar directamente con el visitante, buscando impactar de diversas formas en su actitud durante la visita. Para ello no se han escatimado esfuerzos en cuanto a iluminación, distribución, amplitud expositiva, selección de fondos, identidad de espacios a través del color y, desde un punto de vista más técnico, utilización de recursos audiovisuales, con un buen paquete de imágenes fijas y videos. Sobresalen las reconstrucciones en 3D, con algún que otro guiño al espectador al que se le invita a meterse dentro, a jugar con el espacio y el tiempo, con un ocurrente trampantojo donde poder fotografiarse como personaje de la fiesta, o incluso mover paneles para ver por sí mismo cómo era una ciudad antigua.

La tercera sala, la de arqueología, recoge los materiales del arqueólogo Jesús Fernández Palmeiro, quien durante largos años recopiló y publicó diferentes aspectos de los muy variados yacimientos que se encuentran en este territorio, formando una colección de indudable valor. A esta labor pionera se suma los materiales estudiados por el Proyecto General de Investigación desarrollado entre 1995 y 2002, que colocó a Puebla de Don Fadrique en un importante lugar dentro de la Arqueología del sureste peninsular.

La dirección técnica del montaje de esta sala ha corrido a cargo de Andrés M. Adroher, quien con miembros del equipo del CEAB (Fran J. Brao, Alejandro Caballero, Juan A. Salador y Manolo Ramírez) han buscado una nueva orientación al espacio disponible.

La sala pretende ser una propuesta museológica renovadora de los espacios expositivos dedicados a la Arqueología, alejada de los discursos lineales y de las concepciones fetichistas sobre el objeto arqueológico. Por ello la adopta una división antropológica de los diferentes aspectos que conforman la experiencia humana, en forma de ámbitos museográficos diferenciados. Así se comienza con una revisión de los modelos sociales y sus actores, se continúa con una descripción de las diferentes tecnologías del pasado, y se culmina en la expresión material e inmaterial de las dos anteriores: el urbanismo y el mundo de las creencias religiosas.

Entre medias se ha dispuesto un espacio dedicado a mostrar el desarrollo cronológico de la Humanidad en el último millón de años y a insertar el territorio de la Puebla en sus coordenadas espaciales y temporales. Los medios de difusión son variados, combinando lo mejor de las técnicas pasadas (paneles, vitrinas y maquetas) con los elementos más novedosos en los museos actuales (audiovisuales, reconstrucciones virtuales, juegos articulados), todo ello adaptado a un público de diversos ámbitos, con la traducción de los textos impresos al inglés.

Como imagen corporativa del nuevo Museo Municipal de Puebla de Don Fadrique se ha tomado de base un pequeño fragmento de cerámica romana del siglo I d.C. con una decoración que representando originalmente una escena de caza, se ve un personaje con faldón que mantiene horizontal un palo (presumiblemente una lanza), pero que evoca en cierto modo la figura tradicional del cascaborro sujetando su fusta.

El trabajo de equipo bajo la coordinación del alcalde de Puebla de Don Fadrique Jesús Amurrio, no hubiera sido posible sin la participación económica de la Iniciativa de Turismo Sostenible de las Altiplanicies Granadinas, del Grupo de Desarrollo Rural Altiplano de Granada, de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de Puebla.

http://www.granadahoy.com/article/ocio/937625/paseo/por/arcilacis.html#