AGUILÓN GRANDE
El cerro del Aguilón Grande, de l4l3 m. de altura, se encuentra al
noroeste de Casa Moya, en una formación
montañosa caliza, los Cerros de Colo, que en dirección este-oeste se extiende
desde el barranco de la Casa Moya hasta el de las Porcunas.
La vegetación está muy degradada, pues tan solo hay algunas
agrupaciones de pinos al norte de los Cerros de Colo, abundando el matorral de
esparto, tomillo, plantas espinosas, etc. En sus proximidades se cultivan los
almendros y hay también algunas tierras
dedicadas a cereales de secano.
El cerro presenta unas buenas defensas naturales, pues en su parte
norte hay un escarpe rocoso cortado en vertical. Las laderas este y sur son de
fuerte pendiente, mientras que la del oeste es la más accesible al ser la
zona que une el Aguilón con el resto de
la formación.
Desde su cumbre se dispone de una buena visibilidad. Hacia el sur se
puede ver la localidad de Puebla y el llano que la rodea; al norte aparecen las
tierras de Porcuna, Agualcázar, Collado Serrano y los montes del Rastrillo de
la Jordana; al oeste se ve la zona en torno a la Sagra y al este los montes de
Reolid y la comarcal 330 que desde Puebla va hacia Caravaca. También se
controla el camino que desde Puebla, pasando por el Collado Serrano y la Casa Valera, se dirige a Nerpio (Albacete).
Al pie del cerro hay una cantera abandonada, donde recientemente se
intentó extraer piedra caliza, y algo más al este están el Barranco de la Casa
Moya y la fuente de la Jordana, que serían los principales suministros de agua
de las poblaciones que se asentaron sobre el Aguilón.
La primera ocupación y posiblemente la más importante tuvo lugar
durante la Edad del Bronce. El poblado se extendió por la meseta ovalada del
cerro y hasta la mitad de su ladera sur aproximadamente, aunque su fuerte
pendiente y el arrastre que producen las fuertes lluvias hace que aparezcan
restos de este periodo hasta su pie. La erosión ha hecho que hayan quedado al
descubierto y casi totalmente destruidos algunos enterramientos en vasijas.
También se han recogido fragmentos de
cuencos, vasos carenados, copas, ollas, etc., propios del período argárico.
En la cumbre hay restos de muros, pero es difícil determinar si
pertenecen a la Edad del Bronce, pues en el Aguilón hay además vestigios de
época ibérica y romana, que habría que relacionar con el asentamiento de estos
periodos que hay en Casa Moya y que quizás pudo contar con un puesto de
vigilancia y control situado en lo alto del Aguilón.
Finalmente también aparecen algunos materiales de época árabe, que
debió ser la menos importante de todas.
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